Uno de los grandes mitos de la cultura política dominicana es  que para aspirar a un cargo electivo, sea municipal, legislativo o presidencial, es necesario vivir nadando en la abundancia, ser medianamente  rico o muy rico. Para quienes así piensan el clientelismo debe ser la  principal estrategia de campaña.  Se pretende  que los pobres no puedan ser candidatos o candidatas y que los decisores sean solo los  poderosos, independientemente del origen de sus  fortunas.

En nuestro medio hay  candidatos  que realizan sus planes  de campaña en base a la intuición,   la experiencia,  y la genialidad de un gurú, que se las sabe todas. Otros   se sustentan en  la investigación cualitativa y cuantitativa y en el análisis de los resultados, lo que les permite invertir eficientemente los recursos solo en aquellos aspectos en los que la eficiencia  esté garantizada.

Paradójicamente los candidatos y candidatas de menores recursos económicos tienden a la planificación en base al primer criterio,  lo que les resulta más  costoso, y de menor eficiencia, pues realizan actividades innecesarias, que no se traducen en votos. Quienes disponen de abundantes   recursos ponen su esperanza en el clientelismo, confiando  en que  a papeletazo limpio podrán ganar  el apoyo  de los y las  votantes.

Riferos profesionales, individuos ligados o apoyados por el narco, se cuentan entre estos  personajes, lo que está  relacionado con la baja calidad de los  órganos de poder del país.  Son conocidos los casos  de  candidatos y candidatas  que en comicios anteriores  cerraron cuadras de barrios para entregar millones de pesos en   regalos  y que sin embargo perdieron sus respectivas nominaciones.

Para lograr una campaña electoral más eficaz, y posiblemente menos costosa,  el punto de partida debe ser la investigación y el análisis, según plantea el mercadólogo español Alfredo Dávalos (2019),   quien sostiene que toda campaña política debe ser sustentada  en un amplio proceso de investigación, cuantitativa y cualitativa,  que brinde al equipo de campaña y al propio candidato o candidata, todas las informaciones  que permitan elaborar las estrategias adecuadas. 

La investigación cualitativa permite no solamente conocer las opiniones de nuestros electores,  sino también profundizar en las razones de esa opinión.

Las principales técnicas de investigación cualitativa son  el grupo focal, (focus groups) las entrevistas a profundidad, y el análisis FODA, o DAFO.

Los  grupos focales consisten en entrevistas colectivas a grupos específicos de la población objetivo. Intervienen  un facilitador y un observador participante, con una guía estructurada alrededor de las informaciones que nos interesan indagar para nuestro plan de campaña, y aunque sus resultados carecen de valor cuantitativo, sino solo cualitativos,  son muy útiles, porque indican tendencias y pueden arrojar hallazgos que no pueden ser determinados por las encuestas y otras herramientas.

En una misma demarcación territorial se identifican y forman grupos focales con diferentes segmentos de electores: jóvenes, adultos, profesionales, mujeres.  Es importante la habilidad y la experiencia del facilitador o facilitadora para lograr los resultados y  profundizar las informaciones.  Muchos  expertos en marketing político dan más importancia a esta herramienta  que a las encuestas, por lo menos en la primera etapa de la campaña.

De la investigación cualitativa  deben surgir  los ejes temáticos, las principales pautas para las estrategias comunicacionales y la estrategia general de campaña, además de los lemas y eslóganes. Los ejemplos sobran,  como  el famoso “Yes,  we can”, de Barack Obama, que salió de los focus groups que realizó su equipo  con un éxito arrollador.

Los grupos focales pueden validar eficientemente  con los y las destinatarios  la publicidad política de la campaña.  Desde los simples afiches y carteles, hasta los spots de televisión y las cuñas de radio. Ningún candidato o candidata  que esté bien orientado lanza al mercado electoral estos productos  sin antes someterlos al referido  proceso. En  varias décadas utilizando estas herramientas hemos   encontrado sorpresas increíbles.

Productos que los autores  creen perfectos,  con sus mensajes bien elaborados,    los receptores los  interpretan de manera muy distinta a lo que se quiere comunicar.  Su aplicación  puede  aumentar ligeramente los costos, pero a la larga arroja resultados que superan en mucho la inversión realizada.

Las entrevistas a profundidad se realizan con personas claves de las comunidades, líderes naturales, entre otros. Se utilizan para confirmar y profundizar las informaciones que se obtuvieron mediante los grupos focales o las encuestas. Son instrumentos de campaña muy valiosos en una primera etapa.

El análisis FODA o DAFO,  es una herramienta casi imprescindible para garantizar una campana eficiente.   Se identifican  los puntos fuertes del candidato y cuales estrategias hay que utilizar para potencializar esos puntos fuertes. También  las debilidades  y decidir cómo enfrentarlas. Igualmente    las oportunidades que ofrecen el mercado electoral y su entorno y cuáles son las amenazas. Permite conocer al contrario y sus amenazas latentes o reales.

Entre las fortalezas de nuestro candidato puede estar su experiencia política, su cercanía con la gente, sus obras, su carácter y sus antecedentes como ciudadano o como funcionario si lo ha sido, su preocupación por el bienestar de los demás, entre otras. Las debilidades pueden apuntar  peligrosamente hacia  la prepotencia y el autoritarismo, escándalos en los  que haya sido involucrado, incluyendo actos de corrupción, reales o no,  por lo tanto su  mala imagen y  reputación,  falta de preparación y o falta de carácter para tomar decisiones importantes, falta de experiencia y de recursos económicos suficientes.

Las oportunidades son un filón importante que hay que explotar. Proceden de un análisis y conocimiento del entorno electoral y político. Incluyen los problemas  de los comunitarios,  la multiplicidad y fragmentación de los demás candidatos y sus debilidades, falta de liderazgos, entre otras. Mientras que las amenazas provienen también del entorno, tales como las fortalezas del adversario, su abundancia de recursos, los niveles de liderazgos de  nuestros contrincantes.

Como diría Sun Tsu en el Arte de la Guerra,  “conoce al enemigo y conócete a ti mismo, para a obtener el éxito”.

El plan de campaña debe ser el resultado de los análisis de todos estos factores. En este sentido las encuestas que se realizan  en diferentes etapas permiten confirmar como avanza o retrocede una  candidatura.

Estas consideraciones vienen a cuento porque estamos asistiendo a una campaña electoral municipal  increíblemente monótona, donde casi todos los candidatos y candidatas se multiplican con los mismos discursos y propuestas, muchas de las cuales no se corresponden con las funciones que deben desempeñar. Parecería que pocos candidatos y candidatas hicieron esfuerzos por diferenciarse de sus contendores y   conectarse con los sentimientos y aspiraciones reales y específicos de sus electores, a través de la investigación cualitativa. 

Siendo así, en la mayoría de los casos, serán  triunfadores  quienes   tienen  los recursos suficientes para comprar voluntades. Ante la proximidad de las elecciones municipales el próximo 16 de febrero, quizás estas recomendaciones ya no son aplicables, pero pueden ser muy útiles  para los aspirantes a diputados y senadores. No mencionamos  los candidatos presidenciales porque suponemos que los principales, sino todos, cuentan con el asesoramiento profesional especializado en marketing político, que a ese nivel son sumamente costosos.

Volvemos a  Sun Tse   “Quien domine todas  estas claves, ganará, venderá, enseñará y será mejor líder. El que no lo haga,  estará abocado tarde o temprano al fracaso”.

Esto lo podemos aplicar a la investigación cualitativa y cuantitativa para realizar el plan de campaña reduciendo  las promesas y dádivas del clientelismo.

octavioestrella@gmail.com

BIBLIOGRAFIA

Manual de Marketing Político. julio César Herrero, editor, Editorial Almuzara, Madrid, 2019.

Marketing Político y Comunicación. Claves para una Comunicación Política. Philippe  J. Maarek, Editorial  Paidós, 2008. Buenos Aires.

El Arte de la Guerra, Sun Tse, Ediciones Brontes, 2009, Barcelona, España.

El autor es periodista, con experiencia en Comunicación Política y en Investigación cualitativa.