Pocas empresas tienen una historia lineal de experiencia, conocimiento, dedicación, disciplina, responsabilidad y respeto por su labor, su personal y el cliente. Trascender las pruebas del tiempo y acumular más de sesenta años de consistencia permanente, sólo es posible cuando el timón de la fe en el trabajo intenso y la fibra moral de quienes la integran día por día hacen realidad las metas y objetivos propuestos a base de los éxitos y sacrificios compartidos.
Es el caso de la entidad naviera Antillean Marine Corporation, con sede en la ribera del río Miami, Florida, y oficinas en República Dominicana. Haití y Jamaica. Tres generaciones de una misma familia, Abraham, Teobaldo y José Babun-Selman, quien acaba de cumplir 92 años, recibió en 2015 la llave de la Ciudad de Miami de manos del alcalde Tomás Regalado. La empresa es administrada por Sara C. Babun, dama noble e innovadora, hija de don Pepín, quien es presidenta y CEO desde 1993 de la principal naviera de exportación de carga comercial de origen hispano en todo el Caribe.
Sara recuerda que la familia Babun, de origen árabe con raíces cristianas palestinas de la ciudad histórica de Belén, en Israel, emigró al oriente de la isla de Cuba en la década de los años 50. Su padre quedó “prendado” con la belleza de su geografía, aunque nunca olvidó sus orígenes. Su vena de comerciante lo llevó a transportar mercancías variadas hacia y desde la región, hasta que formalizó sus operaciones en el negocio marítimo de madera y cemento desde Santiago de Cuba a varios puntos de las Antillas.
La familia de cinco hermanos, tres varones y dos hembras, tuvo que emigrar en 1960 luego que la revolución comunista tomara el poder en Cuba y confiscara sus bienes y empresa. La experiencia permitió a los Babun reforzar sus vínculos con socios en el exterior, en particular Haití, Jamaica, República Dominicana, la Florida y puertos del Golfo, poniendo a prueba su fe en los demás y ampliando su capacidad de trabajo permanente y solidez financiera en su servicio semanal desde Miami a muelles de Puerto Plata, Cabo Haitiano, Puerto Príncipe y Río Haina.
"Intentamos continuar las labores en el legado y en la diversidad económica que el río y la industria marítima provee a nuestra comunidad”
Los esfuerzos de Sara C. Babun, desde la adolescencia en el interior de la corporación, han colocado a Antillean Marine en un lugar de honor reservado a quienes aspiran nada más y nada menos que a la excelencia, no sólo en los aspectos del comercio sino también en labores humanitarias y de servicio consistente a la comunidad, inclusive en tiempos económicos difíciles, con un toque de servicio mundial personalizado y flexible.
La empresa ha participado en todos los esfuerzos de ayuda y mitigación de desastres tras el paso de varios huracanes por el área del Caribe, en particular George, siendo reconocida por el Consulado General en Miami y la Cámara de Comercio de la República Dominicana; así como por ONG’s de Haití como secuela del ciclón Jeanne y luego Matthew. Como miembro corporativo de la entidad Americas Relief, Antillean Marine envió suministros humanitarios pro bono hacia Haití durante los disturbios civiles. También dijo presente con ayuda de emergencia luego de los efectos devastadores del terremoto de 2010, además de apoyar la Operación Hojas Verdes en los operativos de reforestación de la isla de la Española.
Entre sus numerosos logros, cabe señalar el fomento y la creación de nuevas rutas comerciales, su apoyo irrestricto a la labor del Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras, la primera empresa certificada por la ley federal de Seguridad en el Transporte Marítimo y la pionera en apoya el plan CT-PAT para interceptar y combatir el tráfico de drogas, orientar a otras navieras a esos fines que operan en el río Miami y modernizar sus empresas a la vanguardia de la capacidad tecnológica.
Bajo el liderazgo de Sara C. Babun, la suma generacional de sus éxitos en la exportación e importación se tradujo en apoyo a comunidades en sus vecinos del Caribe. Antillean Marine patrocinó el Centro de Aprendizaje Infantil de Santo Domingo; el Centro Jubilar de Alimentos para Pobres, en Stewart Town, Jamaica, donde su labor humanitaria ha sido reconocida por la Cruz Roja. Fundadora y patrocinadora del Miami River Day, la Liga Khoury del Club Optimistas de las Pequeñas Ligas de Béisbol, y la Fundación para Niños Cristianos en Acción.
La presidenta de Antillean Marine reconstruye ahora la flota de la naviera, con nuevas naves y remolcadores, y diversifica el modelo de negocios, mientras permanece firme su compromiso al desarrollo continuo del río Miami, subrayando el crédito a su familia –en particular su padre, Pepín–, y a todos sus empleados por el éxito logrado. En la República Dominicana, el personal de la reconocida naviera le otorgó un galardón donde la califica como “ser humano excepcional con nobles y grandes ideas.”
Sara C. Babun, asesora de la Comisión del Río Miami, resalta que los trabajos allí “representan una generación de comercio y transporte, así como de reparación, mantenimiento y marinas. Intentamos continuar las labores en el legado y en la diversidad económica que el río y la industria marítima provee a nuestra comunidad.”
El estudio económico más reciente de la bahía de Biscayne y del Distrito de Administración de Aguas señala que la industria marítima del río Miami genera 2.9 billones de dólares en producción, 15 mil millones en ingresos y 24-mil millones en empleos vinculados, así como 136 millones en ingresos al Estado de la Florida por concepto de impuestos. Todas las variables necesarias combinadas para que un proyecto familiar de buena fe y bien dirigido sea coronado con el éxito.