Con excepción de “Pasaje de Ida” y “El Teniente Amado”, frivolidad, vulgaridad, superficialidad y evasión conforman la penosa naturaleza de un cine dominicano que es  expresión en pantalla grande de un “humor” televisivo destinado a un pueblo envilecido por la televisión misma, en un ciclo de degradación cultural sin solución cercana. ¿Qué hacer? (¡otra vez la pregunta!). Los críticos cinematográficos deben aportar respuesta radicales. (Síntesis de un “conversao” con Cuchi Elías, el más rosca izquierda de ellos, que anda por ahi con un excelente diplomado de cine mundial en perspectiva crítica que vale para eso).