Esta republiqueta todavía inconclusa tiene una Constitución cargada de chistes. Uno de ellos, quizás el más risible de todos es aquel que dice que “toda persona tiene derecho a la seguridad social, para asegurar el acceso universal a una adecuada protección en la enfermedad, discapacidad, desocupación y la vejez”. Ah, y agrega que el Estado es el “garante” de eso. Pero hay algo nada chistoso: el Estado no tiene autoridad en una “Seguridad Social” en la que tiene que someterse al veto de patronos y supuestos representantes de los trabajadores. Entonces, todo eso no es más que un chiste de muy mal gusto.