Desde siempre la Iglesia se ha valido de historiadores genuflexos que, desdiciendo de su honradez intelectual, se han prestado para ocultar el nefasto papel que desempeñó en la lucha independentista: en contra de los mejores intereses de la Patria, persiguiendo a Duarte y sus trinitarios.

Y así, temerosos de que surja la verdad, el clero todavía trata de ocultar que Duarte tuvo problemas con la Iglesia Católica o ésta con el patricio,” llegando a afirmar a través de sus servidores que lo que se ha revelado “es producto de la ignorancia, la mala fe o la perversidad porque en ningún documento fidedigno y que no admita controversia figura ese invento.”

Y lo dicen sabiendo que el enfrentamiento de la Iglesia con Duarte quedó evidenciado ( entre otras muchas cosas) en un documento fidedigno, en el texto de un “manifiesto político” que el Vicario Portes Infante publicó el 24 de julio de 1844, que disfrazado de Carta Pastoral, dejó por escrito que Dios y su Iglesia habían tomado una posición política oficial a favor de su socio el general Santana, como confesa anexionista, en contra de Duarte y sus trinitarios, a los que persiguió y enfrentó con vehemencia farisaica, porque carecía de fe en una causa independentista que afectaba sus intereses antidemocráticos. (1)

En la ocasión (1844) la Iglesia se valió de su más potente arma diciendo que Dios se definía a favor de Santana y en contra de Duarte. Declaraba que Dios, por voz del vicario Portes les decía que castigaría con “excomunión mayor” (ipso facto) a todo aquel que se negase a obedecer los mandatos de Santana. Un hecho determinante que inclinó la balanza política de entonces, hecho del que ningún historiador respetable puede alegar ignorancia. (2)

El dispositivo final del manifiesto político citado dice textualmente:

“Sólo Dios, el Dios de toda consolación, es el único que sabe hablar al corazón. Por consiguiente, Él os dice por el órgano de mi débil voz pero embajador de su hijo preciosísimo, que os mantengáis en tranquilidad, que no abuséis de su misericordia, y advertid que Él es muy celoso de su honor y de su gloria y ya vosotros estáis comprometidos, por supuesto se dará por ofendido si no obedecéis los mandatos y órdenes, tanto del general de división y jefe supremo Santana como las de la Junta Gubernativa, para lo cual os conminamos con excomunión mayor a cualquiera clase de persona que se mezclase en trastornar las disposiciones de nuestro sabio gobierno y del bien social…”(1)

Entre ser historiador o fervoroso católico

Todo historiador tiene derecho manifestar su fervor religioso, pero no tiene derecho a distorsionar los hechos históricos para favorecer su parcela religiosa. Quien quiera honrarse y honrar su profesión de historiador debe evitar que sus escritos se vean afectados por su fervor religioso; debe eliminar todo prejuicio que se haya enquistado en su personalidad, y evitar así que su imagen y prestigio se vean afectados.

Y, si está muy comprometido con algún personaje dominante de su iglesia, con más razón debe esforzarse en disimular su afectación, sus fidelidades y compromisos; esmerarse en despojar sus escritos de visos ideológicos y dogmáticos parcializados, divorciados de toda objetividad académica.

El caso de José Chez Checo

Es el caso de José Chez Checo, un conocido historiador que no se ha cuidado de conservar ni las más mínimas apariencias de imparcialidad y de equilibrio, quien, como miembro representante de la Academia Dominicana de la Historia en la directiva del Archivo General de la Nación (AGN), debe cuidarse y tratar de conservar la transparencia que el cargo le demanda, pues, en ambas instituciones le toca manejar delicados documentos y recursos intelectuales e ideológicos sensibles a la verdad, lo que podría traer confusiones.

Es necesario aclarar que no estamos enfrentando a la persona, que solo enfrentamos sus acciones erradas, nuestro deber patrio: por el carácter público del asunto: por ofender la verdad histórica, la memoria de Duarte, la identidad nacional, al colectivo dominicano.

Y podemos decir estas cosas, porque a él no le ha importado dejar plasmado en sus textos la gran pasión y el interés que siente por conservar la falsa imagen patriótica que se ha arrogado para sí su amada Iglesia, una Iglesia que, como él bien sabe, se dedicó en cuerpo y alma a perseguir a Duarte y a sus trinitarios, una Iglesia que nunca quiso Patria sino Anexión y dependencia política, para poder defender así los intereses de su monarca y papa, su ideología; y no la criticamos pues la Iglesia y su vicario Portes cumplían con su deber, lo que criticamos es que la Iglesia mienta y nos oculte su encontronazo con Duarte, regando falsas especies históricas, engañando a la colectividad dominicana.

Las razones de la Iglesia

Creemos que la Iglesia odiaba y perseguía a Duarte solo por sus ideas, pues en ese entonces ambos entes políticos e ideológicos asumían posiciones sociopolíticas radicalmente contrapuestas: la Iglesia monárquica absolutista “sin fe en la Independencia”, odiadora de la libertad y de “los derechos del hombre”, lo que le obligaba a enfrentarse inexorablemente a un Duarte masón liberal que amaba la democracia y los principios de la Revolución Francesa, los principios que tanto odiaba y perseguía la Iglesia en aquel contexto histórico internacional.

Ciertamente, ambos eran enemigos naturales, “enemigos íntimos”, destinados a enfrentarse por estas las cuestiones ideológicas que les imponía el contexto político- social de aquella época de luchas y transformaciones: absolutismo monárquico vs. liberalismo democrático que guiaba a los guerreros “Templarios”, a los masones que venían siendo perseguidos y declarados como herejes, excomulgados por los papas, por lo que Duarte, antes de ser excomulgado por Portes, ya lo estaba por su sola condición de masón desde el siglo XVIII cuando se emitió la primera bula contra la masonería. (Recordemos “Soy Templario”, poema de JPD donde se autoproclama como masón)

El confeso fervor de Chez Checo

Pero paseemos al grano y examinemos un texto que consagra a Chez Checo quizás como el mayor entre los historiadores genuflexos que le sirven a la Iglesia, por fervor o por temor, se ha definido como un historiador exaltado entre los llamados “historiadores de la complicidad”, los de la conspiración, los del silencio.

Hablamos de su escrito titulado “Duarte y la religión”, fervorosa conferencia cargada de subjetividades y de “inventos”, dictada el 23 de octubre del 2013 en la Academia Dominicana de la Historia, ante la presencia de curas, seminaristas e historiadores, los que en ese entonces debían ser confortados con urgencia para reforzarles su falaz “versión histórica” ante lo que el mismo Chez Checo califica como el “ataque” recibido por parte de unos señores que “se habían inventado mentiras” para decir que Duarte había sido perseguido y excomulgado.

Una denuncia mortificante que amenazaba la ficción histórica que mostraba a la Iglesia como una institución patriótica, la que jamás había perseguido a Duarte, al patricio, al que hacían aparecer falsamente como un fervoroso católico altagraciano, el que supuestamente jamás había enfrentado a la Iglesia, quizás más católico que el mismo papa. La crónica de entonces decía: “Duarte ha sido vinculado, sin razón según el conferencista, a supuestos desacuerdo con la Iglesia Católica de su tiempo.” Lo que ciertamente motivó que se organizara la charla con urgencia, para acabar con la rebelión.

La prueba de su fervor

Por lo que Chez Checo, cumpliendo su función decidió repeler el ataque y se armó de falaces propuestas ya gastadas y consensuadas y se precipitó para presentar de nuevo a Duarte como un ferviente católico, manso, incapaz de enfrentar a su Iglesia, tratando de “re-convencer” a sus oyentes que el tema de los problemas de Duarte y la Católica que surgían ahora en la prensa era totalmente falso.

Sin embargo, al final de su charla, quizás emocionado por la adhesión que mostraba su religioso auditorio, decidió abandonar todo viso de objetividad, y entonces, sin respetar los principios académicos, le dio salida a su emoción, a su fervor católico y dijo (citamos):

<< tema que ha surgido este año, de manera  coyuntural, de que Duarte tuvo problemas con la Iglesia Católica o ésta con el patricio, es producto de la ignorancia, la mala fe o la perversidad porque en ningún documento fidedigno y que no admita controversia figura ese invento. O que sean planteamientos basados en la mentira como exponía el destacado periodista José Báez Guerrero en su artículo “Cuando a fuñir dicen con la Iglesia…”.

   Es posible que muchas personas, con todo su derecho a hacerlo, sean víctimas de cierto anticlericalismo intelectual que suele presentarse periódicamente, sobre todo a nivel de los medios de comunicación, o estén influenciadas por la moderna “cultura light” donde predomina el hedonismo y el relativismo, que llevan a rechazar los principios y valores que enarbola una institución como la Iglesia Católica.

Esas personas debieran leer la tesis ya citada de José Altagracia Hazim Azar, titulada ”Las Relaciones del Estado Dominicano con la Santa Sede y la Iglesia Católica”, que él presentara en 1941 en la antigua Universidad de Santo Domingo (65) y que este año ha sido editada por la Universidad Central del Este, UCE, de San Pedro de Macorís. También algunos toman ese asunto como pretexto para abogar por la ruptura del Concordado firmado entre el Estado dominicano y la Santa Sede.

Unos de manera juiciosa, otros a la ligera. Tengo la certeza que con o sin él la religión, sobre todo la católica,  en sus múltiples y posibles  manifestaciones, siempre será una realidad muy difícil de erradicar en el alma de las personas y en la sociedad dominicana.  Pero, ese tema es asunto de otra exposición. >>

(Termina la cita)

Como lo confiesa, en su ser palpita un gran deseo: que la religión, “sobre todo la católica”, siempre “será una realidad muy difícil de erradicar en el alma de las personas y en la sociedad dominicana.” (3)

“La historia al revés”

Ante todo debo decirle a nuestros lectores y al mismo Chez Checo y a sus acólitos clericales que: todos los argumentos de su escrito y muchos otros (que son los mismos argumentos falsos que esgrimen los otros complotados) han sido respondidos y refutados adecuadamente en nuestro ensayo titulado“ La Historia al revés”(2) , uno por uno, desmenuzadamente y con evidencias históricas.

Debemos aclarar que no le estamos restando validez a su exposición por el solo hecho de ser un ferviente católico, sino por la falta de solidez de sus argumentos, lo demostrado en la obra “La Historia al revés”, por lo que no hemos recurrido a la falacia “ad hominem” para refutar su texto, solo hemos querido destacar en este escrito “el fervor católico de un historiador tendencioso”, como reza el título.

Y por ello concluimos afirmando que ningún historiador debe mezclar su fervor católico para distorsionar la verdad sobre Duarte, mezclar su fervor religioso con la realidad de un hecho histórico tan contundente y claro como lo fue el enfrentamiento entre la Iglesia y Duarte. Negar esta realidad histórica es algo ridículo que todo historiador dominicano que se respete debe proclamar y denunciar.

Sin embargo, casi todos permanecen en silencio, acobardados, evitando así la Inquisición, el Santo Oficio, las reprimendas clericales.

El reto es el debate

Creo que este tema del “enfrentamiento de la Iglesia contra Duarte” es fundamental para el conocimiento cierto de nuestra historia, aunque sé que la Iglesia y sus historiadores tendenciosos harán todo el esfuerzo por impedir que el tema sea debatido abiertamente y frente a frente entre los actores disidentes, no solo en la Academia Dominicana de la Historia y el llamado Instituto Duartiano, sino en cualquier otro escenario académico. Pero la resistencia al debate solo pondrá en evidencia quién es el que miente: el que se niega a contraponer evidencias y argumentos, el que se niega a despejar incógnitas, el que se niega al debate frente a frente, el que solo se dedica a lanzar dardos venenosos cargados de falacias y mentiras sobre nuestros hechos históricos, venenos contra Duarte.

Pero, de no aceptarse este reto directo que le hacemos a Chez Checo y a sus amigos clericales, guardamos la esperanza de que algún productor independiente de la radio o de la televisión o universidad nos convoque a todos y nos obligue al debate. Una vez fuimos invitados al debate por Juan Bolívar Díaz, por UNO + UNO, pero los contrincantes no acudieron al llamado solo “asistieron” por teléfono y video (4)

Aquí entre nos

Señor Chez Checo, aquí entre nos, quiero que sepa que no pretendemos erradicar la religión del alma de los dominicanos ( lo que usted dice temer), y mucho menos la católica, pues respetamos la libertad de conciencia y la de cultos, pero, lo que ciertamente pretendemos y queremos es que la verdad histórica no sea manipulada como usted la ha venido manipulando, sin sonrojo alguno (de lo que sentimos profunda pena y vergüenza ajena); solo pretendemos que el deseo de Duarte, el de separar toda iglesia del Estado, se haga una realidad en la Nación Dominicana, una obligación constitucional que el Estado no se ha atrevido a asumir por miedo al chantaje de la Iglesia. (5)

Pero no tema mi querido amigo, pues el Concordato trujillista se encuentra muy bien custodiado por magistrados genuflexos del Tribunal Constitucional que, como usted, sienten un gran fervor católico. Además, no olvide que también los políticos son chantajeados por su Iglesia, permanentemente; recuerde que su Iglesia se ha encargado de mantener al pueblo sumido en la superstición y en la ignorancia atávica; no tengan miedo, ustedes cuentan con la ignorancia y la mentira sembrada en esta tierra criolla durante más de 5 siglos.

Sin embargo, me permito hacerle un llamado al historiador, a que se libre del yugo clerical y reconozca públicamente esta verdad histórica: que la Iglesia persiguió a Duarte, lo que usted muy bien conoce y trata de ocultar, pero de no ser así, se lo podríamos demostrar en cualquier momento que usted identifique y nos convoque a un encuentro.

Mis mejores deseos

Ojala este distinguido historiador cese en su temor: que su religión católica sea erradicada de la sociedad dominicana. Aunque creo que podría suceder si los dominicanos llegan a darse cuenta que la Iglesia persiguió a Duarte con vehemencia y traicionó la Patria, lo que debe ser ocultado por los historiadores genuflexos.

Por último, escuchemos cómo Eugenio María de Hostos interpreta al patricio Duarte, su Proyecto de Constitución:

“El artículo constitucional que todos esos males hace es el que declara a la religión del estado a la católica; y claro es que no hace el mal por ser la católica la privilegiada en él, pues cualquier otra religión produciría el mismo mal, sino porque privilegia a una creencia en perjuicio de otras, porque da al estado obligaciones que el no puede tener ni puede aceptar, y porque afecta la vida política y económica de la sociedad dominicana”

Razón tenía Will Durant al decir:

“Nuestro conocimiento de cualquier suceso pasado es siempre incompleto, inexacto, oscurecido por pruebas ambivalentes e historiadores tendenciosos, deformado por el propio partidismo patriótico o religioso (…) La mayor parte de la historia es adivinación y el resto es prejuicio”.

Citas:

(1) Sobre el manifiesto político y la Carta pastoral con la excomunión de Duarte

https://www.facebook.com/pages/Excomuni%C3%B3n-de-Duarte/1602821433282933?notif_t=page_new_likes

(2) Ver “La Historia al revés”, donde quedan refutados los argumentos utilizados por Chez Checo y por Juan Daniel Balcácer en su libro “Duarte nunca fue excomulgado”, editado para contrarrestar con urgencia las evidencias históricas, las denuncias sobre una Iglesia que fue enemiga de Duarte.

(3) Texto completo de la referida charla de José Chez Checo (lo citado está al final) http://www.clarinadanews.com/index.php/economia/item/500-duarte-y-la-religi%C3%B3n

(4) Polémica y debate en TV en UNO+ UNO

https://youtu.be/oURV7s62Ky8

(5) Mentiras sobre el proyecto de Constitución de Duarte http://guidoriggio.blogspot.com/2015/03/mentiras-sobre-el-proyecto-de.html

Escritos e informaciones relacionadas:

Sobre excomunión de Duarte

https://www.facebook.com/pages/Excomuni%C3%B3n-de-Duarte/1602821433282933?notif_t=page_new_likes

Sobre el escudo nacional falsificado

https://www.facebook.com/pages/Escudo-Dominicano-volver-a-nuestro-origen/1589094131306214?ref=hl