Cada día leo, completos, todos los periódicos en ambiente digital (aunque no he abandonado del todo el olor a tinta), pero hace mucho no voy a una cabina de radio o estudio de televisión, porque un fabuloso invento de alta fidelidad audiovisual llamado Zoom me permite  llegar a millones de teléfonos y computadoras. Pero, eso sí, nunca he querido leer ni que me lean un libro por internet, porque la cultura hay que amasarla con las manos…Definitivamente, en esta postmodernidad, entre plástico y virtualidad el papel de uso diario está desapareciendo (salvo el papel de baño).