Mí querido hermano Francisco:

Ante todo, que Dios lo libre del Diablo que anda suelto en el Vaticano, el que hoy se ha encarnado en los pederastas clericales que junto a la curia opusiana han conformado un bando mafioso para hacerle la vida imposible a su papado.

Por su twitter le envío la entrevista que le hizo Nuria Piera al amante del nuncio Joséf Wesolowski , el diácono Francisco Javier Occi Reyes que el nuncio llevaba a la Nunciatura para tener relaciones sexuales, ahora encarcelado por maipiolo. Le recomiendo que revise personalmente sus twitters por si el Diablo le esconde informaciones.

@Pontifex_es Denuncia al Papa http://www.elcaribe.com.do/2013/10/07/diacono-ofrece-lista-otros-sacerdotes-que-son-pederastas

En la entrevista escuchará que el nuncio olía cocaína y se tiraba su mariguanita, posiblemente antes de oficiar la misa para tratar de “ver a Dios comiendo arroz” en místico arrebato por drogas.

También se enterará que Nicanor y el cardenal sabían de sus mariconerías desde hace años y que el novio del nuncio le reveló a Nuria los nombres de muchos otros sacerdotes pederastas que todo el mundo conoce, incluyendo a la fiscalía, la que supongo ya abrió una investigación clerical si la Iglesia se lo permite. Así que amárrese bien porque que en los próximos días van a explotar otros expedientes de curas pederastas, tantos, que este caso del Nuncio se quedará chiquito , pues , por lo que veo el Diablo pasa más tiempo en el Malecón de Santo Domingo que en Vaticano.

Le digo que el diácono está encojonao porque que la Iglesia le prometió sacarlo del lío, y dice que lo traicionó ordenando que lo sometieran a la justicia para desviar la atención, sacrificándolo como chivo expiatorio para presentarlo como muestra de su determinación por combatir la corrupción clerical…puro teatro.

Pero le recomiendo que antes de escuchar la entrevista trate de rezar un par de Padre Nuestro no vaya ha ser que se le monte el Diablo del Vaticano.

Me imagino que desde ahora no se tragará más en cuento de que la Iglesia de aquí no conocía de las andanzas del nuncio desde hace años…el protegido y encubierto por las autoridades clericales locales. Escuche bien la entrevista para que sepa que la Iglesia dominicana tiene todavía unas docenas de curas pederastas rastreros operando, acechando a nuestros niños, pederastas que sus compañeros y obispos conocen y encubren, entre los que pueden haber hasta obispos…como los ha habido en el pasado.

Investigue más y no se quede por la superficie, exíjale al Cardenal que le entere del expediente sobre del monstruoso caso de pederastia del Albergue de Higüey pendiente donde se violaron una decena de niñas en demoníacas orgías sexuales …Investigue señor papa que esto esta podrido ¿Acaso no sabe usted que los curas de aquí se acuestan con jóvenes féminas y varones por doquier y que tienen hijos por docenas, que usan condones y que pagan los abortos de sus víctimas con las limosnas del rebaño y con los recursos del Concordato Trujillista que les proporciona Estado?…Señor papa no se me haga el pendejo que el Diablo no solo está en el Vaticano. Dese una vuelta por aquí y lo encontrará en los altares.

Óigame don Papa, otra cosa: No se si usted se ha creído el cuento que le hizo el cardenal de que los dominicanos somos unos pendejos, y que no nos daríamos cuenta del escape del Nuncio al Vaticano, sí ése mismo, el escape que usted aprobó con el cardenal en procura de protegerlo de la justicia dominicana. Y de forma chapucera, pues, al fracasar el plan A de encubrimiento, con el que pretendían atribuirle la destitución del nuncio a un conflicto con el arzobispo de Puerto Rico y no por sus delitos criminales pederastas, emprendieron el B que buscaba sacarlo del país y protegerlo en Roma, lo que lograron. Si la prensa no hubiese explotado el asunto jamás nos hubiésemos enterado.

Pero sepa que los dominicanos, siguiendo Cristo, solo tomamos en cuenta lo que el hombre hace y no lo que dice: “Por sus hechos los conoceréis”, despierte don papa que Dios ha visto que usted ha decidido mantener al nuncio protegido en el Vaticano y eso no le gusta a su Cristo.

Sabemos que si a usted le da su santísimas ganas, por encima del Acuerdo de Viena y otras excusas banales, usted puede mandar al Nuncio amarrado a la República Dominicana para que la justicia le haga pagar sus fechorías y evitar que lo juzguen allá y lo premien mandándolo a rezar un millón de Padre Nuestro encerrado en un convento y tomando buenos vinos. Así no señor papa, esto no es justicia humana ni divina.

Si lo juzga allá se convertirá en un encubridor y criminal como el que más, por proteger a un nuncio pederasta como lo fue Marcial Maciel, el que encubrió Juan Pablo II y el opudeísta y renunciante Ratzinger, dos papas azarosos.

Sepa que usted es responsable civil y moral de sus crímenes al acreditarlo solidariamente e institucionalmente como personaje honorable de su cuerpo diplomático.

Tampoco vaya a creerse que los dominicanos no nos damos cuenta del silencio que usted mantiene sobre el asunto civil, sobre el asunto más doloroso para vuestra Santa Iglesia, el material, el asunto de los dólares y las indemnizaciones que legalmente y justicieramente le tocan a esos niños víctimas. Sobre esto usted no ha dicho ni pío, ni una santa palabrita. Todo parece indicar que ésta ha sido la causa principal por la que usted decidió, primero encubrir y luego proteger de la justicia dominicana al nuncio criminal que usted hoy protege en el Vaticano, para evitar que los demandaran por millones de dólares.

Pero si es verdad que usted se considera cristiano, rásquese el bolsillo y págueles a los niños abusados por los daños que le ocasionó su demonio nuncio. Defínase señor papa, pues Cristo no le gustaba los tibios. O usted está con la justicia o con la iniquidad, pero no se me haga el pendejo.

A medida que transcurren los días se declara la componenda que hubo entre usted, el cardenal y la justicia opudeísta criolla. Sabemos del apadrinamiento que le ha dado el Estado dominicano a cambio de los favores políticos, del chantaje, y lo peor, el apoyo que le da a su Iglesia sabiéndola autora del Golpe de Estado a Juan Bosch en 1963, teniéndola como la culpable de la sangre derramada en la Revolución de Abril, por cometer este crimen contra la patria, como lo hicieron con Duarte al excomulgarlo.

Don papa: Tomar posiciones ambiguas no es propio de gente seria…póngase claro. ¿O es que no siente conmiseración alguna por los niños abusados? ¿Es que va a dejar a docenas de niños dominicanos desamparados y sin justicia? Venda el oro sagrado o deshágase de unas cuantas botellas de vino de las caras…Señor papa no se me haga el pendejo que el padre Gil tenía 180 monaguillos dispuestos para entregárselos al lobo nuncio que nos envió de Roma, todo un rebaño de inocentes que pastoreaba en Juncalito. ¿Y va a creer usted que su obispo no lo sabía?

Pero si usted es el papa decente que dice ser tendrá que demostrarlo, diferente a los otros dos encubridores que le antecedieron, y para ello tendrá que enviarnos al nuncio criminal en un avión para la República Dominicana.

Pero si no nos lo devuelve sepa que su imagen de papa honesto rodará por el suelo y tendremos que esperarlo en el Infierno.

En espera de alguna respuesta queda de usted muy respetuosamente

Guido Riggio Pou y el Pueblo Dominicano.

PD: A propósito, no le quite el ojo de encima al Ratzinger ése, porque todavía es el jefe brujo del Opus Dei que le quiere serruchar la Silla de San Pedro para justificar su renuncia. Che, sea boludo y tenga cuidado que ese Ratzinger es un encubridor y un envidioso y quiere que usted siga sus pasos. No lo consulte para nada y envíe un cura de confianza para que vea que la Iglesia de aquí está llena de pederastas y curas mujeriegos o maricones, posesa por el Diablo y no por el Espíritu Santo. Pregunte por el padre Jhonny de Constanza o por el padre Cordero de Bonao y por los nombres de los curas sinvergüenzas que organizan al rebaño en turbas para impedir que sean juzgados y sus obispos que lo permiten.