Danilo Medina y Leonel Fernández se preparan para demostrar para qué finalmente sirven las primarias abiertas en la política dominicana real, no en la de los libros y los deseos.

El sueño de las primarias abiertas es que estas garantizarían un proceso más participativo, democrático y representativo de las preferencias espontáneas de los votantes para elegir a un candidato presidencial. El supuesto es simple: con la participación libre de los ciudadanos, sin límites ni trabas, casi se eliminaría la posibilidad de que un pequeño grupo de dirigentes, o cúpula, imponga un candidato  presidencial generalmente bajo su control y al servicio de sus ambiciones.

En esa línea de pensamiento, algunos analistas liberales dijeron casi de todo contra la dirección del PRM cuando ésta decidió utilizar primarias cerradas para escoger su candidato presidencial, modalidad que se basa en padrón propio de militantes, confeccionado durante más de un año de intensas jornadas de inscripción de nuevos miembros en todo el país. Matrícula que asciende a casi 1 millón 300 mil inscritos.

¿Qué va a suceder ahora, en octubre, en las primarias abiertas del PLD?

¿Logrará Danilo Medina que Gonzalo, a voto limpio, derrote a Leonel Fernández? Si eso sucediera, el espanto sería grande y escucharíamos a Johnny Ventura cantarle “El Tabaco” a su líder.

En realidad, el equipo de Danilo Medina intentará llevar a votar contra Leonel a buena parte de los empadronados en el PRD y otros partidos políticos con los cuales mantiene relaciones de compromisos. Llevaran a votar también a una gran masa de beneficiarios de tarjetas, bonos y otras “ayudas” del programa Solidaridad; programa precisamente impulsado por los gobiernos de Leonel Fernández en su antigua estrategia de institucionalización de un amplio clientelismo electoral pro PLD en los profundos estratos sociales pobres del país.

Por su lado, el equipo de Fernández estaría también coordinando con decenas de partidos y movimientos aliados la manera de llevar grandes masas a votar por su candidatura en esas primarias.  En fin, en nuestro suelo macondiano, las primarias abiertas del PLD serán ampliamente intervenidas y manipuladas por otros partidos políticos, por el dinero y por el propio Gobierno. Nada que ver con los poemas sobre espontaneidad de los votantes y transparencia democrática. En otras palabras, tenía razón el PRM.