Los sistemas educativos de Finlandia y Corea del Sur “descubrieron” que  una mejor  selección, retribución  y consideración a sus maestros y profesores aseguran alumnos mejor formados.

Estudiantes mejor formados en cada nivel es el requerimiento del país para superar la MALA educación. Así se dejaría de responsabilizar al nivel que antecede de los vacíos cognoscitivos y formativos que revela la mayoría del estudiantado y/o egresados. Atribuir las deficiencias al nivel precedente no es solución; hay que romper el círculo, en base a un trabajo docente particular y de mayor calidad, si se quiere mejorar la educación actual.

Educar, formar, es un acto de responsabilidad compartida: si uno de los tramos de esa formación académica  falla, todo el sistema se resiente y las consecuencias se manifiestan en los que siguen.

En cuanto a las deficiencias académicas de la educación preuniversitaria, se atribuyen, básicamente, a los docentes. Sin embargo, la responsabilidad corresponde a todos los actores, comenzando por aquellas autoridades permisivas que dejaron que muchas escuelas públicas abandonaran  la mística del trabajo docente serio, productivo, comprometido con forjar un país mejor, y prohijaron la politiquería que marcó el camino y se apoderó de ellas. La decadencia de la escuela dominicana es producto de la actuación del propio MINERD, la ADP, sin desconocer la cuota docente.

Por los resultados deficientes, año tras año, de las Pruebas Nacionales; de las mediciones internacionales de la calidad de la educación dominicana y otras evidencias preocupantes que se denuncian, cuando trascienden a la sociedad, llevan a pensar en gestiones ineficientes al frente del MINERD, en los últimos años.

Por eso, las autoridades recién nominadas están llamadas a revertir ese estado de la educación preuniversitaria. Así se espera.

Este cambio radical de destituir, simultáneamente, las tres funcionarias más influyentes de la cartera: la ministra de Educación, la viceministra de Asuntos Técnicos y Pedagógicos y la viceministra de Asuntos Administrativos, es un hecho que se repite; así ocurrió cuando Josefina Pimentel sustituyó a Melanio Paredes, pero también es indicativo del interés del presidente Medina por la educación, como prometió en su campaña.

También hay que reconocer que la ADP ha realizado acciones recientes  orientadas a rectificar su pasado accionar. Ojalá que sea el inicio para contribuir al cambio hacia una mejor escuela.

Nadie duda que los buenos docentes sean la columna vertebral de todo sistema educativo. Por tal razón, es imprescindible aplicar políticas que ayuden a seleccionar y mantener a los mejores. Por tanto, los cambios educativos no son posibles sin buenos docentes; pero los buenos docentes hay que formarlos y mantener esa buena formación de manera continua; porque si por un lado, sin buenos docentes no hay cambio posible, por el otro lado la situación profesional y social de los docentes es uno de los nudos críticos de la educación en cualquier país. Los docentes son una de las causas más importantes del problema, pero también pueden ser el inicio de las estrategias más efectivas para transformar la educación.

Es alentador que se reconozca la importancia de los docentes, pero una mirada simplista que sólo entiende la mejora de los docentes como capacitación o incrementos salariales es insuficiente. Ambas intervenciones son necesarias, pero, por si solas, no mejoran la calidad del desempeño docente ni su calidad de vida en forma significativa.

La cuestión docente requiere una comprensión y un abordaje integral, que se traduzca en promover el desarrollo profesional y humano como una política de las autoridades del  país; y que se refleje en estrategias, programas, proyectos y acciones, y que sea asumida como una responsabilidad sostenida en el tiempo. Sólo con buenos docentes, dedicados a la tarea de educar y comprometidos con su trabajo es posible transformar la educación nacional.

La formación de los docentes tiene repercusiones más allá del aula. Los objetivos de crecimiento, desarrollo y bienestar social que el Gobierno y el MINERD determinen para sus docentes, tendrán una estrecha vinculación con los resultados que se obtengan en las aulas. Por eso, al cambio educativo: ¿con los mismos docentes?, la respuesta es SI. Porque aunque cuestionados, con los docentes que tiene el MINERD  es que hay que producir los cambios que requiere la educación, lo cual es posible dependiendo de las acciones que se ejecuten en esa dirección. Los docentes y todo el  personal que compone la planilla de cada centro educativo será lo que el MINERD quiera que sea, si conduce las acciones pertinentes de su trabajo a este gran objetivo. Con esos docentes es que hay que trabajar. Es la estrategia más factible y económica

Y como docentes ya seleccionados sólo esperan que como en Finlandia y en Corea del Sur, se les retribuya y considere de manera diferente a como ha sido hasta la gestión recientemente concluida.