La Educación Superior dominicana se abre a un proceso de evaluación impulsado por el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, MESCyT. En este período del año se inicia el proceso de evaluación quinquenal. Es una experiencia importante y compleja. La complejidad está marcada por la diversidad de componentes, de fases y de criterios que se han de tener en cuenta. Muchas instituciones universitarias, por su larga trayectoria, tienen conocimiento de este tipo de evaluación. Otras, participan por primera vez en este proceso evaluativo, por lo cual están frente a un desafío institucional significativo.
La evaluación es un proceso necesario y pertinente en el momento actual. La oportunidad de la autoevaluación y de la evaluación externa constituye una ocasión propicia para que las Instituciones de Educación Superior, IES, fortalezcan sus capacidades y su consistencia institucional. La autoevaluación favorece el desarrollo del pensamiento crítico y la aplicación de este a la propia práctica. Asimismo, posibilita la reflexión en las actividades y sobre las actividades, por lo cual se convierte en una mirada escrutadora a cada una de las acciones y procesos desarrollados por las IES. Si al proceso de autoevaluación se le pone la atención debida, es posible avanzar en transparencia y en corresponsabilidad institucionales. De igual modo, se fortalece el compromiso social, puesto que la autoevaluación no solo incide en la esfera individual. La fortaleza de una sociedad descansa, en gran parte, en la calidad e institucionalidad de sus organizaciones.
De otra parte, la evaluación externa constituye, también, un proceso de singular importancia. Su contribución es valiosa, al posibilitar que las IES no se queden en la autorreferencialidad y refuercen la apertura a las observaciones y sugerencias que puedan derivar de la evaluación externa. Esta mirada externa posibilita, además, la identificación del estado de situación de las IES respecto de los estándares nacionales e internacionales. Es una evaluación para fortalecer la calidad académica, la institucionalidad; y la coherencia entre normativa y práctica institucional. ¡La evaluación quinquenal es una Buena Noticia! Es buena por todo lo que hemos indicado y, mejor todavía, por ayudar a las IES a potenciar su actualización y la cualificación de su respuesta a los avances del conocimiento, de las ciencias y de las tecnologías de la información y comunicación.
El proceso de evaluación quinquenal es buena noticia, asimismo, por la oportunidad que ofrece para promover la cultura de la evaluación. En el país confrontamos problemas que no han sido sometidos a evaluación alguna. Este desconocimiento de las aportaciones cognoscitivas, pedagógicas y sociales de la evaluación constituye un retroceso en el campo de la educación de la sociedad y en relación con el avance que esta podría experimentar. Una sociedad que se evalúa tiene más posibilidad de garantizar bienestar humano y social para sus ciudadanos. La evaluación quinquenal pasa desapercibida ahora por los aprestos reeleccionistas que están desgastando a la sociedad dominicana. Es necesario que les vayamos prestando atención a otros problemas. De la misma manera, es necesario que subrayemos lo que hoy es buena noticia. Todo aquello que libere del estancamiento y relance la misión y la visión de las IES es y será ¡BUENA NOTICIA!
Esperamos que el Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología comparta informaciones con la sociedad civil. Este debe ser un proceso público, conocido por los actores directamente comprometidos; y por los demás sectores sociales y educativos de la nación. Avancemos en el diálogo Educación Superior- sociedad. La mirada social también puede aportar referentes que provoquen cambios sustantivos en el pensamiento, en la acción y en las relaciones de las IES dominicanas.