Si usted entrara a “Brillante Navidad” no dudo que le sea divertido. Pero en medio de esa lúdica experiencia piense que lo que consume en una sola noche tan costoso y sospechoso derroche de Roberto Salcedo (Créalo: ¡27 millones de pesos de nuestros impuestos!) es casi el doble de lo que se le envía a diario de energía eléctrica, incluyendo largos apagones, a las trescientas mil personas que viven, amontonadas unas sobre otras en la Circunscripción 3 del Distrito Nacional (es decir, la franja de la pobreza extrema, que vive entre el río Ozama y el olvido). Entonces, a ver cómo se siente al salir.