Nueva York.-John Bolton como Asesor de Seguridad Nacional, es un sueño húmedo de la ultraderecha estadounidense hecho realidad, pero estropeó un sueño muy íntimo del presidente Donald Trump.
Aunque su administración parece moverse como “banda sin manija”, el presidente en realidad tiene un íntimo deseo. El más profundo y erótico de los sueños de Trump es desnuclearizar la Península Coreana, y lo tenía todo casi casi en la palma de su mano.
Militante radical, fundamentalista del sagrado evangelio del bombardeo, según Bolton, lo que no se consigue con bombas, se consigue con más bombas, siempre saboteará intentos de paz.
Bolton siempre piensa muy bien lo que dice, siempre dice exactamente todo lo que piensa, y dijo que en Corea del Norte usarán el “Modelo de Libia”.
Recordemos el “Modelo de Libia”.
Primero el coronel Mohamar Qadafy entregó sus armas químicas. Después Estados Unidos y la OTAN destruyeron Libia con bombardeos infernales. Qadafy se escondió en una alcantarilla, lo sacaron, lo sodomizaron con una bayoneta, y lo mataron.
Sería entendible que Kim Jong Un, el líder norcoreano, retroceda en su reunión con Trump para discutir la desnuclearización de la península.
Los únicos sobrevivientes del “Eje Diabólico” denunciado por el ex presidente George W. Bush, son Corea del Norte e Irán, ambos tienen armas nucleares.
Sadam Hussein no tenía ni insecticidas químicos, lo ahorcaron; primero desarmaron a Qadafy; quizá Kim no permitirá que Trump le eche el brazo para encaminarlo al cementerio.
Si Trump desnucleariza la Península Coreana, merecería el Premio Nobel de la Paz.
Lo que Bolton dijo podría impedir la realización del más mojado de los sueños mojados del presidente Trump.
Si Kim retrocede, Bolton saboteó a Trump muy deliberadamente.
Tropezó con su propia lengua, escupió su propia comida, saboteó los sueños de Trump, “quizá” Bolton termine desempleado.