Las empalizadas sociales, económicas y políticas traban la verdadera legitimidad de la democracia en la sociedad dominicana, son esas dimensiones estructurales que están ahí y nos vedan, obstaculizan avanzar a la luz de los avances alcanzados por la humanidad en el Siglo XXI. El fuerte gatopardismo de la partidocracia y la velada ceguera de los poderes fácticos, acusan un déficit de visión y compromiso societal que contienen el retraso de nuestra sempiterna arritmia histórica.

Cuando vemos los Informes del Foro Económico Global 2015 – 2016, el de OXFAM “Privilegios que niegan Derechos”; Barómetro de Las Américas “Cultura Política de la Democracia en R. D.”, Latinobarómetro Informe 1995 – 2015, asumir el vaso medio lleno, solo es válido para buscar en el aire, en medio de la contaminación, aquel que nos permita seguir tendiendo la brida para seguir augurando una sociedad más justa, una democracia más equitativa con contenidos reales. El vaso medio vacío es el acantilado del pesimismo inteligente que nos permite auscultar las vallas sociales, económicas y políticas que hacen dibujar y verificar el eterno circular de los problemas estructurales. Para una sociedad que más allá del modelo agotado, crear riqueza; es el sentido de la profesionalidad de la calidad de los actores políticos y la articulación del puente que tienen del Estado-Sociedad. Como puente de esperanza y creadores de expectativas positivas, el discurso no encuentra eco con la realidad.

Latinobarmetro: 1995 – 2015, cuando nos esboza la Tipología de países de acuerdo a brecha social, expresa en su página 48 que nosotros estamos entre los países con brecha social alta. En este cuadro se resalta el porcentaje de población bajo la línea de pobreza y la razón entre quintiles de ingreso. En ese mismo estudio nos señalan que somos líderes, entre 18 países, con la “Disposición a protestar por aumento de salario y mejores condiciones de trabajo” con 7.6 de 10.

En el referido Informe nos encontramos que en el Cuadro de Percepción de Transparencia en el Gobierno que obtenemos 56/100 (Pág. 71), entra en contradicción con el Cuadro Actos de Corrupción (Pág. 72), donde el promedio general Latinoamérica es 21 y nosotros sacamos 27. En la Clase Social Subjetiva los dominicanos nos autoposicionamos así: 11% Clase Alta; 38% Clase Media y 51% Clase Baja. Sin embargo, este no es un indicador objetivo. Solo nos ayuda para comprender el comportamiento de la gente en el sentido de lo que auguran, desean y quieren, más allá de su verdadera a realidad social y económica. Esa subjetividad, en gran medida, le permite vivir y encontrarse con la satisfacción de su vida, donde somos líderes en término positivo, con 88 de 100.

La satisfacción con la vida con 88, la satisfacción con la democracia 54 y satisfacción con la economía 33. Ese enorme contraste lo que nos sugiere es el enorme individualismo y conservadurismo que caracteriza a la sociedad dominicana y que Barómetro lo resalta, donde obtuvimos la mayor puntuación de América Latina con 60.4%. Lo individual se decanta y superpone a lo colectivo.

Cuando vemos el estudio de OXFAM en la página 185 en los aspectos Variable: Pobreza, Desigualdad Económica, Secuestro de la Democracia, Fiscalidad y Salud, podemos entender no solo la enorme asimetría sino la sostenibilidad del statu quo en el tiempo, con sus riesgos y cruciales desafíos.

Extraemos:

La pobreza está en 40.7, estando en la posición 13 en la Región de 18 países. La población indigente está ubicada en 20.2 en la posición 15 en el marco de 18 países. Población no pobre vulnerable: 42.3 en la posición 14 de 18 países. La desigualdad económica, a través del Índice de Gini, está en 0.544 en la posición 15 de 18 países. En la variable Secuestro de la Democracia, la Percepción de la corrupción en el Estado está en 76.3 en la posición 11 de 16 países. Víctimas de corrupción (sobornos): 23.3, posición 12 de 19 países. En Fiscalidad, nos encontramos con el Gasto público social % del PIB: 7.1, posición 19 de 19 países. Gasto público social % del presupuesto: 37.7, posición 17 de 19 países. Finalmente, la variable Salud, en Gasto público en salud % del PBI: 2.8, posición 17 de 19 países.

El Documento del Foro Económico Global, 2015-2016, en su Pilar Institucional, nos resalta:

  1. Confianza del Público en los políticos (125/140).
  2. Favoritismo en las decisiones de puestos gubernamentales (126/140).
  3. Malgasto del Fondo Público (116/140).
  4. Comportamiento ético de las firmas (130/140).
  5. Confianza en servicios policiales 137/140).
  6. Crimen organizado: (112/140).
  7. Manipulación de Fondos Públicos (134/140).
  8. Independencia del Poder Judicial (105/140).

El promedio del país fue de 98/140.

Para el 2014, los niveles de confianza en las Instituciones según Barómetro de Las Américas fueron:

  1. Confianza en los partidos políticos 29.4%;
  2. Policía Nacional 35.6%;
  3. Confianza en el Sistema de Justicia 38.5%;
  4. Municipalidad 42.1%;
  5. Junta Central Electoral 42%.
  6. Confianza en el Congreso 42.8%;
  7. Fuerzas Armadas 55.3%.

Es esa la agenda que la sociedad debe de reflexionar,propiciando que lo hacedores de opinión pública, los académicos, los intelectuales, las universidades, las iglesias empujen, para discutir de manera abierta como vamos a avizorar y contribuir a resolver los problemas de:

 

  1. Desempleo, sobre todo, en la juventud y en las mujeres.
  2. La discriminación salarial en la mujer.
  3. La exclusión del 50% de los jóvenes que deberían estar cursando el bachillerato.
  4. La problemática de las carreras técnicas.
  5. El Sistema de Salud que ha colapsado y que si bien necesita más inversión, por sí mismo no resuelve lo estructural, su diseño y su fosilizada gerencia.
  6. El Imperio de la Ley. La inobservancia tan supina y ladina con que los actores políticos las vulneran, propiciando un acusado deterioro y degradación donde la justicia se campea como la gata nodriza de un vendaval de comida que no llega y el perro se cruza para hacer de la suya.

Que seamos el país peor para morir, líderes en la Región en muertes por accidentes de tránsito (29.3/100,000), con más muertos por dengue (97) en lo que va de año; segundo en la Región con más embarazos en adolescentes (19.7%); y, con más reformas constitucionales en el mundo, nos dice la fragilidad y el por qué el autoritarismo se viene enseñoreándose en los últimos meses.

Y, como nos dice Umberto Eco en su Novela Número Cero “El miedo a morir infunde aliento a los recuerdos”. Vivamos, entonces, cultivando las flores para que en esta coyuntura electoral, el aliento a vivir nos despierte del inmovilismo y el individualismo, para avanzar hacia una sociedad más justa y una democracia menos virtualizada y de papel.