Estábamos a mitad de 1989, siendo el que escribe director del Instituto Azucarero Dominicano, cuando un día del mes de Julio recibí una llamada de un abogado norteamericano contratado por la industria azucarera dominicana para defender sus intereses en Washington. El motivo de la llamada era para alertarnos de que una organización no gubernamental llamada America’s Watch nos iba a acusar ante la Organización Internacional del Trabajo de ser un país esclavista, por el trato que según ellos se le daba a los haitianos en el país.

Ante tan importante aviso no dude en solicitar una cita al presidente Balaguer quien me recibió al día siguiente y que al enterarse del despropósito me cuestiono sobre los pasos que deberíamos dar, me imagino que lo haría para saber que pensaba la industria azucarera y no como consejo, pues quien solicitaba estos siempre era yo para nutrirme de la experiencia y capacidad del gobernante. Le dije, directo y sin rodeos, que como estábamos terminando la zafra me parecía que deberíamos organizar la repatriación de todos los picadores de caña y que teníamos tiempo antes del inicio de la siguiente zafra para organizar la contratación ordenada, de acuerdo al historial de trabajo en cada uno de los ingenios de esos picadores que serian devueltos a su país y que deberían ser contratados para cada zafra y luego al final de la misma devueltos a Haití.

Al presidente Balaguer le pareció muy fuerte mi opinión, pues Haití estaba en esos momentos en una de sus frecuentes crisis política, no obstante, mi recomendación tuvo que ser aplicada un par de años después cuando se hicieron deportaciones de una gran cantidad de extranjeros ilegales, la mayoría haitianos. De todas maneras los ingenios azucareros empezaron a aplicar mas o menos este protocolo, a los picadores se les ofrecía un incentivo económico que cobrarían a inicios de la siguiente zafra como medida para garantizar su retorno, su contratación se hacia bajo la supervisión y registro de la dirección de Migración y al terminar la zafra se devolvían a Haití también bajo la supervisión de Migración.

Para el año de 1994 bajo una crisis constante de Haití y ataques desconsiderados al país por parte del presidente de esa nación, Jean Bertrand Aristide, el presidente Balaguer denuncio públicamente la intención de países amigos de Haití como Estados Unidos, Francia y Canadá, de querer una fusión de las dos naciones para evitarse ellos ser receptores de la ola migratoria de ciudadanos haitianos. Esos países crearon un embargo a Haití para crear una estampida de sus nacionales hacia nuestro país y sugirieron al gobierno dominicano la creación de campos de refugiados en la zona fronteriza, y ante la negativa del presidente dominicano  y la violación consciente del embargo por parte de este al permitir el paso hacia Haití de camiones cargados de comida y combustibles con el fin de evitar la oleada de inmigrantes que se esperaba, enfilaron sus cañones sobre el presidente Balaguer al que prácticamente obligaron a recortar su mandato en dos años.

Hoy día evitar esa ola de inmigrantes ilegales es lo que buscan las pequeñas islas caribeñas integradas bajo el CARICOM ya que que la Republica Dominicana tiene una economía mayor y recibe a mas turistas que todas ellas juntas. Ese es el motivo fundamental de los ataques desconsiderados y malintencionados de los gobernantes de estas islas, con los cuales procuran que la Republica Dominicana asuma la migración haitiana y estos no vayan a sus islas y por el otro lado intentan dañar nuestra imagen con el fin de captar los turistas que se dejen seducir y dejen de venir a nuestro país.

La desvergüenza es de tal dimensión que hasta obvian la forma inhumana de países como Bahamas que enjaulan a los ilegales haitianos hasta ser deportados, o la manera de las Turcas & Caicos de deportar ipso facto a los haitianos, o de Trinidad y Tobago que acaba de anunciar que 110 mil ilegales esperan ser deportados, hasta el presidente haitiano, Michel Martelly, tuvo que decir un día en que estaba lucido que en su país había doble moral con el tema de los deportados ya que solo se veía a la Republica Dominicana y no a los demás países.

Haití es el único país miembro de CARICOM en el que sus nacionales necesitan visado para moverse entre los países miembros, eso lo hacen para evitar que se les queden en sus países y yo me pregunto no es esa una medida discriminatoria y racista?

La migración es casi siempre causada por la falta de empleo y condiciones dignas de vida de los nacionales de un país que emigran hacia otro de mayores condiciones económicas que el suyo, eso ha sido así siempre pero el país receptor tiene el derecho de regular esa migración a niveles en que no afecte el nivel de vida de sus propios nacionales.