Tuve razón: la marcha de ayer superó todas las movilizaciones ciudadanas del pasado, desde 1844 hasta nuestros días. Hubo gente de todas las clases, de todos los colores, de todos los oficios. Y lo mejor: El verde esperanza, como siempre. El verde que empañan los corruptos, los impunes, los malvados…Una experiencia tan alucinante, que vi a un hombre delgado, adusto, de rostro alargado, entre triste e iracundo…( Creo que era Juan Bosch).