…por ser periodista. Y pensé en los más renombrados mercenarios de cada día. Periodistas. Y en los que niegan sistemáticamente la verdad y manipulan a su conveniencia los hechos verdaderos. Periodistas. Y en los entregados, por prebendas millonarias, a reproducir lo que les dictan desde los más altos despachos. Periodistas. Y en los que rugen como bestias en la radio y escriben peor que cualquier analfabeta en los diarios. Periodistas. Y en el impúdico pedigüeñismo público de ciertos “líderes” de este tan contaminado oficio…Sí, me felicitaron por ser Dia del Periodista. (Pero confieso que sólo sentí rabia y tristeza).