Si, como ha dicho la Cámara de Cuentas, en la gestión de Franklin Almeyda en Interior y Policía tres mujeres “inteligentes” (¡ni dudar que lo fueran!) cobraban hasta 300 mil pesos mensuales cada una; y que sólo en bebidas y comida derrochó 43 millones; y que destinó 460 millones (impuestos por legalización de armas) a “incentivar” a sus principales funcionarios. Y si, además, en su gestión no hubo un sólo barrio ni ciudadano alguno que viviera seguro, entonce lo mejor que debe hacer hoy ese caballero es no hablar ple pla del 911 y quedarse calladito.