Nueva York.-La internet es una arma de movilización masiva, como el Presidente Donald Trump, es un arma de distracción masiva. Creando cortinas de humo nos distrae de las diabluras que cometen los republicanos el Congreso. Trump escupe insultos y chismes por twitter, audiencias congresuales irrelevantes, investigaciones y otras naderías.
Las “investigaciones” son grandes distracciones, sólo el Congreso, controlado por republicanos, puede destituir al presidente, difícilmente lo destituirán.
Ellos avanzan su agenda.
En 1999 Bill Clinton eliminó regulaciones bancarias vigentes desde 1935 y, nueve años después, colapsó Wall Street en la debacle del 2008.
Vino Barack Obama, promulgó las tímidas regulaciones bancarias de Dodd-Frank.
Los republicanos montaron un circo “interrogando” al procurador general Jeff Sessions en el Senado. Por eso no advertimos que la cámara baja excluyó a los indocumentados del seguro médico y derogó a Dodd-Frank.
Manufacturan una nueva crisis, históricamente se lucran de ellas.
En 1928 los republicanos controlaron el gobierno completo, en 1929 colapsó Wall Street. En el 2000 controlaron todo otra vez y en el 2008 vino otro derrumbe bursátil. Hoy, también lo controlan todo y, con la derogación de Dodd-Frank, claramente preparan la próxima debacle.
Pronto Trump nos distraerá con nuevos disparates y pasará su draconiana reforma sanitaria, porque 16 años de Clinton y Obama, redujeron el Partido Demócrata a escombros.
Ambos travesti políticos, se entregaron a Wall Street y, aparentando ser “liberale”, empujaron su agenda ultraderechista.
Clinton sustituyó posiciones progresistas con centristas, inventó la “triangulación”, combinando posiciones derechistas e izquierdistas en una tercera posición “clintónica” absolutamente inexistente.
Resultado: los demócratas son irrelevantes en 24 de los 50 estados, se redujeron a la mitad del partido que eligió a Clinton en 1992; por eso Hillary perdió.
Si no reinventan el Partido Demócrata como una auténtica organización progresista, los republicanos seguirán gobernando durante largos años.