Nunca ha sido apostador, pero esta vez sí: cruzo apuesta con quien sea, preferiblemente con el Procurador General de la República (a ver si se atreve), que a ese señor no le van a permitir solicitar a Brasil y Estados Unidos (que conocen todo con pelos y señales, nombres, apellidos y apodos) que le informen a este país quiénes fueron los sobornados de antes y de ahora. Apuesto a que, si algún día sabemos eso, nos llegará como noticia desde lejos. Eso sí, apuesto también a que esta vez, por más que nos distraigan, no habrá olvido de aquí al segundo domingo de mayo de 2020.