Hasta hoy la Iglesia ha logrado engañarnos presentándose a la patria como si hubiese sido la principal abanderada de la dominicanidad y defensora de Duarte, siendo exactamente lo contrario. Ensalzando a Duarte por allí y por aquí como si no hubiese sido su judas.
Sin embargo, con la aparición de la Carta Pastoral de Portes donde se excomulga a Duarte por ser el principal “trastornador de las disposiciones” de Santana, la iniquidad del clero ha quedado documentada:
<<… y advertid que Él [DIOS] es muy celoso de su honor y de su gloria y ya vosotros estáis comprometidos y por supuesto se dará por ofendido si no obedecéis los mandatos y ordenes, tanto del General de División, y jefe supremo Santana, como los de la Junta Gubernativa, para lo cual os conminamos con excomunión mayor, a cualquiera clase de persona que se mezclase en trastornar las disposiciones de nuestro sabio Gobierno, y del bien social,…>>.( Dispositivo excomulgatorio de la Carta).
Sin embargo, en vez de pedir perdón, la Iglesia continúa pataleando para ocultar esta verdad mediante dos infaustos palabreros.
El sacerdote José Luis Sáez, en un debate convocado sobre el tema en el programa Uno+Uno de Juan Bolívar Díaz y Rafael Toribio (donde Balcácer apareció por teléfono), para argumentar que Duarte no fue excomulgado, se destapó con varias “indelicadezas”, pero sin atreverse a negar que la Pastoral de Portes constituyó un pronunciamiento político oficial de la Iglesia en contra de Duarte, a favor de Santana.
Pero entremos en los detalles de estas “indelicadezas” incongruentes que Sáez lanzó en TV el pasado viernes 15 de marzo 2013.
Para verificar nuestras afirmaciones debemos escuchar la grabación original, disponible en “Hoy Digital”, titulada: “Entrevista a Guido Riggio Pou, escritor”: http://hoy.com.do/dr/videos_tv.aspx?id=3748
Veamos:
Primera gran mentira: Aunque el Padre José Luis Sáez sabe que antes de 1917 cuando surgió el canon moderno ya existía un “Cuerpo de Derecho Canónico”( El ius canonicum, con el que se regía la Iglesia desde siglos, utilizado para excomulgar y perseguir vasallos y reyes y curas desobedientes), ahora nos toma por ignorantes y viene con medias verdades a decir que el canon era inexistente, tratando de sorprender, tratando de dar a entender que la excomunión de Duarte era algo imposible antes de 1917 “porque en ese entonces no existía un canon”. ¡Qué descaro! Y se atreve, a pesar de que él mismo trascribe la correspondencia de Meriño donde abundan excomuniones y castigos canónicos, como los de Portes; sabiendo que el canon y la excomunión existían desde siglos antes.
Segunda gran mentira. Pero inmediatamente se contradice y mete la pata afirmando que el vicario Portes (y cito textualmente): “tenía muy mala preparación eclesiástica, y no sabía de Derecho Canónico.
Mi amigo Sáez, contéstese usted mismo ¿Cómo iba Portes a estar “mal preparado en asuntos canónicos” si dicho canon, como acabó usted de decirle a Juan Bolívar, no existía entonces? No sea tan mezquino y diga la verdad, admita que sí existía el canon y que con ese canon, desde muchos siglos antes de 1844, se dictaban las excomuniones “latae sententiae iso facto incurrenda”, uno de los dos “modos de imposición de la pena” (el latae) con la que excomulgaron a Duarte. Aquí le cabe a usted el refrán que “Para hablar mentiras y comer pescado hay que tener mucho cuidado”…
Señor Sáez, solo estas dos indelicadezas suyas son suficientes para descubrir su dialéctica falaz y maliciosa, la de su Iglesia; todo, para que no se conozca que ustedes, como absolutistas y colonialistas recalcitrantes, fueron enemigos empedernidos de la Dominicanidad y de Duarte.
El que escuchó la grabación sabe que su dialéctica de “argüidor clerical” lució pésima; como jesuita que es, se comportó extrañamente incoherente, sumamente inseguro y nervioso. Como profesor de economía y compañero que fuimos en una conocida peña semanal santiaguera, traté muy de cerca a José Luis Alemán (SJ +) y, a diferencia de usted, él se siempre se mostró apegado a la verdad, incapaz de ser falaz por conveniencia.
Señor Sáez, escuche la grabación y tome conciencia de las barbaridades que evacuó ¡Qué vergüenza!
Dese cuenta que desde principio lució escurridizo, rehuyendo aceptarle a Juan Bolívar Díaz que Portes, como vicario general, era el jefe máximo de la Iglesia dominicana, claro, tratando de quitarle autoridad para “excomulgar de Duarte”.
Pero cuando todos nos quedamos realmente sorprendidos de su hazaña fue cuando le escuchamos decir que:
“Santana lo recomendó (a Portes) como obispo al papa para pagarle el favor de haber excomulgado a Duarte”.
¡Pero bueno! ¿Es qué no se dio cuenta de que al confesar esta complicidad entre ambos conspiradores aceptaba la excomunión de Duarte y declaraba en contra de su propia causa y la de Balcácer? ¿Qué al decirlo confirmaba la conspiración de su Iglesia contra Duarte? Escúchelo señor usted señor Balcácer y pónganse ambos de acuerdo en sus argumentos clericales porque: A confesión de parte, relevo de pruebas.
Excúsenme todos los lectores, pero esto es un debate, y aunque siento gran pena y vergüenza ajena por Sáez, no hemos encontrado otra salida y pido perdón a él y a sus amigos seculares y clericales por tener que develar estas verdades de forma tan cruda y contundente. Con todo el respeto, pero ante todo nos debemos a Duarte.
Pero además él no se quedó ahí y despachó muchas otras cosas ‘indelicadas” que nos indican, por lo menos, la existencia de la crisis interna de conciencia que padece, pues, confundido, al parecer se debatía entre su deber de guardar fidelidad a la verdad histórica, y su deber de defender a su Iglesia, afirmando además:
1) Que la iglesia se opuso a Duarte, pero que no lo traicionó. (¿Y entonces?)
2) Que la Iglesia actúo contra el nacimiento de la nacionalidad dominicana, contra el ideal duartiano que buscaba la “independencia de toda potencia extranjera”. (Menos mal que lo reconoce, lo que no se atreve su Iglesia)
3) Que Santana le dio un uso político al texto pastoral y su “amenazaba de excomunión mayor” a quienes se opusieran a Santana, pero dice que no fue contra Duarte, como si Duarte y los trinitarios no fueran sus principales opositores. Pero: Menos mal que, a diferencia de Balcácer, usted admite el origen eminentemente político de la Pastoral.
4) Que, como vimos, Santana le pagó sus “servicios de amenaza” al Vicario Portes, por desacreditar a Duarte con la excomunión y que por ello Santana le pidió al Papa que lo nombrara Arzobispo. (Y esto, dicho en dos ocasiones. Es increíble, pero lo dijo y lo reiteró, aportando la prueba de la componenda existente entre la Iglesia y Santana contra la dominicanidad y contra Duarte. Aclarando que el papa tenía la última palabra, confirmándola en 1848)
5) Que ni la Iglesia ni el vicario tenían que meterse en asuntos políticos. (Con ello admite que lo hicieron)
6) Lo que ya vimos: Que Portes tenía muy mala preparación eclesiástica, y que no sabía de Derecho Canónico. (Sáez prefiere degradar el intelecto de su vicario antes que admitir que la Iglesia afectó políticamente a Duarte con excomunión mayor “latae sententia iso facto incurrenda”, sin necesidad de juicio)
7) Que la Iglesia sí amenazó con excomunión pero que, al no mencionar a nadie por su nombre, no surtió efecto. (Y entonces amigo Sáez ¿Para qué sirve la “Latae Sententia iso facto incurrenda” que define claramente el canon, si definida como automática (latae) no tiene efecto automático? ( lea el canon y compruebe de nuevo lo que ya usted sabe y nos oculta, dígale a todos la verdad: que existen dos clases de excomunión: la sentencia automática (latae) y la no automática (ferendae), la que sí necesita nombrar al reo y celebrarle juicio.
8) Que, y citamos: “El arzobispo Portes no tiene autorización para excomulgar… pero que podría excomulgar a uno si la materia es digna de excomunión” porque los delitos contra el canon solo son de fe o costumbre y no por delito político. (De nuevo, al hablar de que debía existir una autorización admite que sí existía el canon, olvidando que dijo que no existía; quiere ignorar que la excomunión, desde siempre, ha sido el arma política preferida por la Iglesia).
9) Que desde siempre a usted le ha resultado curioso observar que “el mismo día que se emite la Carta Pastoral” es cuando Santana entra a Santo Domingo y depone a Francisco Sánchez (Un lapsus, pues Santana entró mucho antes, quizás aludía usted al importante Manifiesto de Santana del 24 de Julio, el que destituía a Duarte de funciones públicas, y ordenaba su persecución, con la que convocaba a elecciones)…Pero fíjese bien amigo Sáez que este testimonio lo da usted en contra de su Iglesia, pues al decir esto usted establece un vínculo de causalidad, una conspiración de Portes y Santana contra Duarte, “el mismo día”.
10) Que Portes no menciona el motivo de la excomunión, pero que sí amenazó con sancionar con excomunión a todos los que no obedeciesen a Santana. Una locura, pues dice que no se mencionó un motivo excomulgatorio cuando el texto señala el motivo claramente “desobedecer o contrariar a Santana” ¿Y entonces?
Sinceramente señor Sáez, después de escuchar y escuchar de nuevo tantas “indelicadezas” gravadas en video no sé que qué pensar; mientras tanto lo tendré como un buen hombre apasionado que, en su noble afán por defender a su iglesia, se ha visto en la obligación a mostrarse al público manifiestamente “indelicado”.
Pero no se preocupe señor Sáez, duerma tranquilo, porque desde hoy vamos a orarle a Dios para que le perdone su atropello a la verdad, y, sobre todo, le pediremos a Balcácer que interceda en su amada y defendida Iglesia para que no lo excomulgue por haber confirmado lo que queríamos todos escuchar, la verdad: que la Iglesia lanzó la Pastoral con fines políticos en contra de Duarte.
Nota: Esperamos que alguna institución académica- laica o clerical- se anime y organice un simposio sobre el tema, para que no se entenebrezca más este Bicentenario del Nacimiento de Duarte que el Estado, a petición del clero y Efemerides Patrias, ha puesto en manos de sus VERDUGOS.