El mundo es una “aldea global”, interconectado a través de la tecnología de la información y la comunicación, que avanza cada día. Ahora las fronteras son sólo físicas y la colaboración de múltiples aspectos entre los países es parte de la dinámica mundial.
La cooperación con el país en el sector educativo, es una realidad que viene de lejos y de muchos países.
El aporte extranjero a la educación dominicana ha sido fructífero para el país. Como también lo ha sido la cooperación internacional de gobiernos y organismos con interés de contribuir al mejoramiento de aspectos específicos de la educación de países del tercer mundo, como es la República Dominicana.
En este sentido, dos hechos emblemáticos, aunque antiguos, hay que destacar en este momento en que el nacionalismo de algunos está exacerbado, debido a la propuesta del Presidente Medina de traer profesores del exterior para capacitar a profesores nacionales, que enseñan en la educación preuniversitaria.
El primero se refiere a la fundación de la primera Escuela Normal en el año 1789, por el insigne educador puertorriqueño Eugenio María de Hostos. Este hecho constituye el inicio de la profesionalización del maestro dominicano.
Para Ramón Flores (2012), en una publicación titulada Formación de Directivos y Docentes: Reflexiones y propuestas, afirma que: “Por las ideas que postuló, los debates que giraron alrededor suyo y la fama que acompaña a esta escuela, aquello fue un hito importante en la vida y el pensamiento del país y un inicio glorioso de la formación de maestros”.
El segundo acontecimiento de gran importancia, es la Misión Educacional Chilena. Según Consuelo Nivar (1952), en su obra Sistema Educativo en la República Dominicana, esta misión llegó al país en el mes de febrero de 1938. Su primer trabajo consistió en el estudio del medio social; luego formuló el plan a seguir en la reforma escolar. Para esta reforma educativa propuso un plan de estudio que tenía conexión armónica, es decir, articulaba educación desde la escuela primaria hasta la universidad.
Como puede apreciarse estos hechos confirman que el país ha necesitado, desde mucho tiempo atrás, del apoyo extranjero en su intento de mejorar la educación nacional. Ahora no ha de ser la excepción, aunque los motivos y las circunstancias sean diferentes.
El sistema educativo opera con deficiencias en todo los aspectos, por lo cual es mucho lo que hay que hacer para alcanzar la educación de calidad que se pretende.
Por eso, la iniciativa del Presidente Medina más que concitar cuestionamientos, que hay que valorarlos si son pertinentes, debiera recibir el apoyo general, porque la educación de la población es demasiado importante para que esté en manos de un sólo sector; sinérgicamente hablando entre muchos podemos más.