Los planes de recuperación pospandemia de nuestro país tienen algunos pilares. Entre ellos la recuperación del turismo. Es éste un problema mundial debido a la crisis del transporte aéreo. Sería ilusorio pensar se pueda resolver con acciones bilaterales. Un papel importante lo puede jugar la OMT (Organización Mundial del Turismo), fundada en 1974, y a la cual desde un comienzo adhirieron diecinueve países latinoamericanos.

Esta organización está en vísperas de elegir su Secretario General. El rol que la Organización jugará en la recuperación mundial pospandemia impone que sea una persona de gran credibilidad y prestigio.

Lamentablemente, la pandemia no ha permitido seguir con la debida atención el proceso, pero hay algunos elementos que Gobiernos abanderados de la lucha al abuso y la corrupción no pueden pasar por alto.

Una modificación del calendario electoral, justificada originalmente por la fecha prevista para realizar en Madrid la importante Feria FITUR, ha sido mantenida no obstante la pandemia haya causado su aplazamiento hasta mayo. Esto, interpretado por muchos como finalizado a excluir la presentación de fuertes candidaturas alternativas, no ha impedido que un pequeño Estado del Golfo, Bahrain presentara una que ya ha tenido algún respaldo en dos de los cinco países de América Latina miembros del Consejo Ejecutivo de la OMT.

El adelanto no más justificado de fecha, y la imposibilidad para muchos Ministros de Turismo de viajar a Madrid, transferiría la representación de los Estados miembros a sus embajadores, lo cual favorece al Secretario General saliente, ya que no todos los países tienen un embajador residente en España y relaciones personales pueden llevar, por el voto secreto, a expresar votos en contraste con las indicaciones y posiciones oficiales del país representado.

El sostener, por parte del actual Secretario General, la decisión de votar en enero ha sido criticado en una carta abierta por los dos últimos Secretarios Generales de la OMT. Lo inusual de una intervención de esa naturaleza, aun en un lenguaje diplomáticamente correcto, es prueba contundente de la seriedad del caso.

La campaña del actual Secretario General ha sido criticada con peso mayor, por el carácter inusual del problema, con la acusación de haber utilizado oportunidades institucionales de la Organización para su campaña, visitando de manera preferencial los países miembros del Consejo Ejecutivo de la OMT y aprovechando estas visitas selectivas para promesas y compromisos, en caso de reelección.

América Latina ostenta la presidencia del Consejo, a través de Chile, país, con una de las mayores tradiciones de rechazo a la corrupción, y segundo en la lista de la percepción de la corrupción en nuestro continente. Una tal imagen no puede ser manchada según insinúan rumores de que haya recibido importantes promesas.

América Latina tiene una importante minoría procedente del área geográfica de la candidata alternativa, cuya máxima expresión ha sido en varias ocasiones inclusive la más alta magistratura del País. Esto puede ser fuente de simpatía por la candidatura de la señora Mai Al Khalifa, pero no es un criterio político.

Lo que sí lo es, es afirmar la necesidad de que este nombramiento sea transparente, pulcros y sin dudas de comportamientos que puedan afectar la imagen no solo de una Organización sino del Sistema de las Naciones Unidas. Los últimos años han sido difíciles para las Naciones Unidas, tanto a nivel de la propia ONU, como de organizaciones como UNESCO y la OMS.

No hay necesidad de que una elección apresurada agregue una organización más a esa lista y el tiempo permitiría también apreciar el eventual fundamento de las críticas mencionadas. Esto debería ser interés también del Secretario General saliente.

América Latina siempre ha sido muy cohesa en la OMT, como se aprecia viendo los casos de elección compartida de sus miembros representativos en el Consejo Ejecutivo. Puede jugar un rol importante en esta elección y es su interés no ser un espectador pasivo. Esto vale para los países miembros del Consejo Ejecutivo como para los que en este momento no lo sean.