I.- Con el  Covid-19, estamos llevando una vida de ficción

1.- Sin temor a ser calificado de practicar el egotismo, me motivo a hacer este escrito porque creo que en el  futuro  sea de interés para cualquier relator saber la impresión de un testigo de lo que ahora está ocurriendo con motivo del Covid-19.

2.- Porque me siento un hombre libre por entero,  hago uso de mi decisión, voluntad y derecho de contar cómo ha sacudido mi conciencia el Covid-19, y sus efectos colaterales, en particular en lo humano. Me permito parafrasear a Publio Terencio Afro. “Nada humano me es ajeno”.

3.- Nadie, absolutamente nadie, puede poner en duda que la humanidad está viviendo en estos momentos una coyuntura hasta ahora desconocida por los que hemos tenido la dicha de haber vivido  ochenta o más años de edad. No hay nada de exageración al decir que el Covid-19, hasta este momento  es algo ficticio en cuanto al impacto causado en la mente de quienes tienen hasta más de un siglo de edad.

4.- Es una existencia ficción proceder a lavarse las manos sin estar sucias; estar impedido de tocarse los ojos, nariz y boca; desinfectar la llave de tu vehículo;  el manubrio de la puerta de la casa y ejecutar  de pronto algún acto  sin preparación previa, como es saludar con los codos. Es como poner a los adultos a repentizar.

5.- El Covid-19,  nos ha convertido de seres humanos libres en sus ejecuciones, en grupos de personas sujetas a un imaginario terror, porque con docilidad estamos procediendo como esclavos que arrullan sus cadenas. El virus nos ha puesto a proceder obedientes; a inclinarnos reverentes como individuos que creemos en alguna fuerza no explicable que nulifica nuestro entendimiento.

II.- El Covid personalmente me ha impactado

6.- Tal vez; a lo mejor; quizás; quién sabe. Posiblemente esté equivocado, pero en verdad  en mí pesa  un estado excesivo de estremecimiento. No importa la razón o motivación que ha pesado o influido en mí, pero lo cierto es  que estoy  más  que conmocionado por el Covid-19.

7.- Por más razonamiento que hago, mis análisis  no resisten acomodarse con lo que está ocurriendo en diferentes lugares del mundo y que me conmueven el ánimo hondamente. Lo que estoy  presenciando me causa horror, me mantiene en ininterrumpido sobrecogimiento.

8.- Siempre vi a los Estados Unidos de Norteamericano, como el país  donde el capitalismo había llegado a nivel tan amplio de desarrollo que ya no daba para más; que se  había colocado en la cúspide a nivel del avance de las fuerzas productivas. Pero me ha causado impacto, viva impresión, la forma como en cuestión de días, el Covid-19 ha descalabrado  a ese gran imperio.

9.- Por mi mente jamás me pasó la idea de ver en territorio norteamericano sepultar en fosas comunes cadáveres de seres humanos. Pura y simplemente, lo que presencié no tiene apariencia de verdad, aunque lo que vi es la expresión de una certeza  del tamaño del  Monumento a los Héroes de la  Restauración, en Santiago de los Caballeros,  o de la Estatua de la Libertad en la ciudad de New York. 

10.-  En forma sorpresiva, organizaciones laborales norteamericanas denuncian que el   desempleo en el país llega a más de l0 millones de desocupados y que los 1,200  dólares que les ofrece el gobierno les resultan insuficientes para cubrir sus gastos normales. 

 11.- Además de la ciudad de New York, donde   el coronavirus ha llevado a la muerte a más  de  10,000, neoyorquinos, en  Florida se han confirmado afectados 21,367 y 524 muertos. A nivel nacional, Estados Unidos tiene 614,180  mil afectados y más de 26,000 muertos.

12.- Hasta el día domingo 12 de  abril de 2020,  ningún cerebro humano había elucubrado con relación  a que en algún momento, ese poderoso  país, Estados Unidos, podía ser  declarado  en estado de desastre. Me vi en la obligación   de concentrarme en forma profunda para asimilar lo que había escuchado. Solamente como algo inconcebible; incomprensible que el imperio está, por el Covid-19, en condición trágica.

13.- Porque el noventa y cinco por ciento de mi familia  directa vive o ha vivido en la ciudad de New York, tengo conocimiento de cómo la pasan mis compatriotas  en la ciudad más movida del mundo, y sus diferentes condados. Cada   fallecido en la Gran Manzana, me lacera, y peor aún cuando sé que el  hacinamiento, y no ir a un hospital por temor a ser deportado, es lo que les lleva a la muerte. Ahí se combinan en forma maldita pobreza, estrechez habitacional y necesidades económicas notorias. 

14.- No hay que ser un gran investigador para comprobar que el Covid-19, ha cuestionado en su propia base el sistema sanitario de los países capitalistas donde  se hacen grandes inversiones económicas en la carrera armamentista,  donde  la mayoría de la población mundial no tiene acceso a los medicamentos indispensables  para curarse. Es inhumano abandonar la salud pública para favorecer el negocio de la medicina privada. 

15.-  Mujeres y hombres ubicados en los diferentes continentes del planeta tierra, se mantienen hoy bajo secuestro en sus propios  hogares, ejecutado el plagio por un raptor que no se lo ha impuesto. El forajido no reclama dinero como pago para liberar a las víctimas del encierro, pero los encerrados no se autoliberan por temor a morir contagiados, porque el secuestrador mata  por medio de  envenenamiento transmitido. 

16.- Es difícil de aceptar la realidad de que algo que nadie ha visto, pero que  actúa como un espíritu travieso, ha sido capaz de causar muertes y aterrorizar a países que tienen representación en la OTAN, la más poderosa organización militar a nivel mundial.

17.- A cualquiera se lo hubieran dicho, y con razón se resiste a creerlo, que países altamente desarrollados como Estados Unidos, España, Italia, Inglaterra, Francia y otros de los que forman el G20, estarían hoy, por causa de miedo a una especie de duende, manteniendo a sus poblaciones escondidas. 

18.- Algunos países están estudiando la posibilidad  de la utilización de la inteligencia  artificial, aplicada en celulares, lo que  permitiría salvar a millones de personas mediante la ubicación  de sujetos infectados. Esta medida preventiva se lograría  con un instrumento de más bajo costo que un fusil que sirve para matar gente. 

19.- Siempre pensé que el mayor desastre y con más humanos víctimas, llegaría como consecuencia de la permanente agresión que lleva a cabo la especie humana contra el medio ambiente. El gran número de muertos que hay hoy en el mundo por el coronavirus, nos manda un aviso de lo que nos espera el  día que ocurra una tragedia motivada por la lesión al medio que nos cobija.

III.-  El Covid-19 y algunas impresiones sobre políticos de mi país

20.- Tengo la sospecha  de que alguna persona de mi país,  a nivel de oficina, desde antes del Covid desatar su furia contra la humanidad, tenía conocimiento de la existencia de un mortífero virus. Mi presunción no es irrefragable, pero tengo justos motivos para mi aprehensión.

21.- La generalidad de los políticos tradicionales   que accionan en mi país, no se conduelen de nuestros  muertos que hoy suman la cantidad de 183; por el cuadro macabro de los cadáveres esparcidos en las calles de Guayaquil, como tampoco  el ambiente  lúgubre  de cientos de restos mortales  de latinoamericanos, caribeños y angloamericanos,    apiñados  en el piso de distintas funerarias  de    New York, Queen, Bronx, Brooklyn, y sus condados, así como en el Estado de New Jersey.

22.-  Por los efectos dañinos  del  Covid-19, he tenido la oportunidad de ver a hipócritas de todos los pelajes, comenzando por aquellos que dicen   amar a Dios, a quien no ven, pero no se apiadan  de aquellos  a quienes ven y el Covid-19    ha matado porque forman parte de los que fallecen víctimas de  la contaminación por hacinamiento, verbigracia,  el cincuenta por ciento de los más de diez mil hispanos y angloamericanos muertos en New York. 

23.- En este momento  cuando decenas de miles de personas mueren, me ha causado indignación, ver a individuos haciendo politiquería de orilla. Cualquiera se puede preguntar  si es que los politiqueros de la República Dominicano,  les falta sentido común, carecen de sensibilidad, o es que  el Covid-19, les ha impedido olfatear el ambiente lúgubre y  de tristeza.

24.- Al momento de elaborar este escrito, miércoles 15 de abril de 2020, en mi país la cantidad  de afectados es de 3,614 y los muertos por el Covid-19   asciende a 189. Creo que el número de fallecidos  aquí aumentará  en forma progresiva porque amplios grupos humanos no están tomando las medidas preventivas que evitan la contaminación por transmisión.

 25.- El Covid-19, en nuestro país, va a continuar haciendo estragos, porque   por indisciplina, falta de conciencia y de  autoridad, han resultado frustratorios    los requerimientos y mensajes para evitar el contagio por  transmisión.  Los desaprensivos e irresponsables  hacen caso omiso a la necesidad   de evitar  la aglomeración. La acumulación de personas en algunos lugares se ha hecho ante la indiferencia  de quienes deben evitar la mezcla de sanos y enfermos.

26.- El gobierno central dominicano está  en la obligación de tomar cuantas medidas económicas y sociales sean necesarias para llevar tranquilidad espiritual a la clase trabajadora, con el fin de que esta mantenga  satisfechas sus necesidades más  perentorias, no llegue a la desesperación y rompa con justificado desasosiego el confinamiento o distanciamiento social.

IV.- Reflexiones finales

a.- El Covid-19, dejará a la humanidad una montaña de cadáveres, luto y mucha tristeza; sistema sociales cuestionados;  políticos hipócritas desenmascarados; impugnación  del orden mundial tutelado por los Estados Unidos  y pérdida  de su vigencia como imperio ;

b.- El Covid-19, ha puesto en evidencia lo infuncional  de nuestro sistema sanitario;

c.- Aunque dicen que el Covid-19 no discrimina, resulta que de los más de 10,000 muertos  en New York, el 50 %  es de hispanos y angloamericanos.

V.- Internamiento 

Porque actualmente me encuentro afectado en mi salud, por ahora no continuaré desarrollando mis escritos con la amplitud y rigurosidad acostumbrada.