New York.-En Perú, tras el colapso del Aprismo, llegó Alberto Fujimori, su historia es muy bien conocida. En Venezuela colapsaron ADECOS y COPEI, el vacío lo llenó Hugo Chávez quien muere en el poder dejando a Nicolás Maduro sin ninguna experiencia, comandando un barco a la deriva.   En Santo Domingo colapsó el balaguerismo, el peñagomismo perredeísta se dividió y Miguel Vargas Maldonado tiene la franquicia del PRD, hoy reducido a una rémora adosada al maxilar inferior del PLD.

Se alimenta de lo que sale de la boca del gobierno.

Hoy el PLD danza al borde de la división.

Se desintegran los partidos y las sociedades que esas organizaciones “representaban”. Si conectamos todas esas situaciones con la bancarrota real de Grecia, la cuna de la “democracia”, entonces vemos con claridad que la crisis trasciende los partidos.

También se derrumba la figura del “líder”.

La “democracia representativa” ha resultado mas bien una farsa.

El sistema está en crisis, para nuestra buena suerte.

Derrumbarlo completamente es la única posible forma de salvar al planeta y todos nosotros de una catástrofe ecológica producida por el sistema moribundo.

En éste contexto, el Papa Francisco emite su Encíclica ecológica Laudato Si, llamando a la acción.  Francisco llamó a que todos actuemos para cambiar el sistema antes de que el sistema nos arrastre a la extinción en un colapso ecológico irreversible.  Este documento, entre otras cosas, colocará a Francisco entre los más grandes pontífices de la historia.

Porque tenemos evidencias científicas de que el planeta entró a una Sexta Extinción de las especies. Ocurren periódicamente,  la Quinta Extinción se llevó a los dinosaurios hace muchos años.

Nos vendieron falsas verdades, nos trajeron a éste callejón sin salidas. Actuemos, como pide Francisco, contra éste sistema del egoísmo y acumulación, esto debe terminar, y algo nuevo nacerá.