Anda circulando un detelengue. Que te agarra y te vuelve una m…. Te comienza por las muñecas o las plantas de los pies y te sube hasta el cuello. Te encorva la espalda y te pone a caminar como un idiota. No te deja fuerza ni para levantarte de la cama. Es más, ni siquiera te deja voltearte del otro lado, como los burros cuando no tienen madre.
Y para dar un golpe de autoridad, para que vean que no le tiene miedo a nadie, para que se sepa hasta qué grado puede ser irreverente, se fue a atacar a los propios empleados del Ministerio de Salud Pública.
La imaginación popular ha creado las más disímiles teorías sobre este detelengue, y esto constituye la principal barrera que encontrarán las autoridades para atacar el mal. El común de la gente no cree en la teoría del mosquito. Es más, aun la gente con buena educación afectada se vive preguntando que dónde diablos fue que me agarró el dichoso mosquito.
Muchos hablan de un químico que regaron en Haina. Otros la atribuyen al efecto de armas nucleares lanzadas desde lejos. Pero descarto que eso sea verdad, porque ya alguien más enterado que yo lo habría descubierto.
Algunos dicen que eso estaba anunciado en la biblia, quizás para expresar que es un castigo divino. Aunque no entiendo a cuenta de qué puede venir el castigo. No creo que sea por la corrupción, porque nos ha atacado primero a muchos que no somos corruptos. Es más, tampoco se ha sabido que haya detelengado a algunos de los más connotados corruptos conocidos.
No creo que sea por pobres, ni tampoco por feos, porque también nos da a los que no lo somos tanto. Además, habría que reeditar el viejo film titulado “Los dioses deben estar locos”, porque no está escrito que esas sean razones para darle a nadie tan severo castigo. Entonces, a pesar de sus incontables adeptos, yo no creo en esa teoría.
Hay otra teoría que es la de una conspiración. Pero no ya del imperialismo yanquibalaguerista. Ni del comunismo ateo y disociador. Sería una conspiración más moderna, proveniente de las nuevas potencias de Oriente, para alejar las corrientes turísticas desde el Occidente. A esta creencia contribuye el hecho de que viene con un nombre de chica oriental, importado de tierras muy lejanas que, según dicen, quiere decir “el mal de las espaldas dobladas”
No intente aprenderse el nombre, pues hasta para pronunciarlo hay que hacer un curso de entrenamiento previo.
Ahora bien, por si acaso los médicos tuvieran razón, le propongo aportar su cuota: mate un mosquito diario.
Y por si la otra teoría tiene asidero, también aporte su cuota: cada vez que usted vea a un turista extranjero dígale que eso son calumnias. Que aquí no existe eso. Que los únicos casos conocidos son de unos haitianos que vinieron del otro lado de la frontera.
PD/ Esta respuesta puede llegar a alcanzar mucha aceptación, y quién sabe si se apruebe una sentencia de un alto tribunal diciendo que la solución es…, bueno…sí, exterminar mosquitos, pero haitianos.