Aproveché un sorpresivo feriado gripal para saber y escuchar a Juan Gabriel. Conclusión: primero, un héroe de la vida, sobreviviente de una infancia extremadamente sufrida; segundo, un ser humano hecho, son fina sensibilidad social, en el México de la extrema pobreza; tercero, un poeta musical que clasifico, para empezar, en el exclusivo grupo de los más prolíficos compositores de México (Agustín Lara, José Alfredo Jiménez, Álvaro Carrillo y Armando Manzanero); y, después, un valiente retador triunfante de una sociedad esencialmente machista, que hoy le rinde merecido homenaje póstumo.