Agatha Christie, gran artífice de la novela policíaca, creadora del famoso  detective Hércules Poirot  (quien haya leído “Asesinato en Mesopotamia”, “Muerte en el Nilo” o “Cita con la muerte” sabe lo que afirmo), dijo alguna vez: “Los mejores crímenes para mis novelas se me han ocurrido fregando platos. Fregar los platos convierte a cualquiera en un maniaco homicida de categoría”. Estoy seguro de que, de haber vivido aquí, pudo haber ganado el Premio Nobel y, de ñapa, nos hubiera hecho un  gran servicio, ajusticiando, aunque fuera literariamente, a más de uno de nuestros políticos. (¡Qué lástima que no fuera dominicana!).