“-Profesora Mustelier, usted va a impartir Historia Dominicana, en Agosto-Diciembre.

-Esteee, ¿Qué dijo Padre?

-Que como usted me había comentado que está profundizando en el estudio de la historia dominicana, pues va a impartir en el próximo cuatrimestre Antropología Cultural, tiene un grupo de Sociología y uno de Historia Dominicana.

Sudoraciones y temblores me recorrieron por instantes pero respondí, sin que él se percatara de mi nerviosismo:

-Como usted diga Padre, será un reto pero lo asumiré”.

Hay personas que  impactan nuestras vidas, a veces, ni siquiera tu padre biológico influye tanto en ti como algunos líderes que guían tu andar. El Padre José Antonio Esquivel me hizo crecer como profesional por sus exigencias y apoyo,  por sus conocimientos y alto sentido de la responsabilidad. Fue muy respetado, admirado y querido como Director del Departamento de Estudios Teológicos y Humanidades (ETH), en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) de Santo Domingo.

 A pocas horas de su deceso el pasado sábado 25 de abril, recibí la noticia y escribí este correo a mis colegas de ETH.

Queridos colegas:

Las distancias físicas son relativas cuando nos une el amor o el dolor. Me embarga el pesar, como a todos los que tuvimos el privilegio de aprender de su rectitud, de su sensibilidad humana, de su saber enciclopédico, de su alto sentido de la responsabilidad y del deber. 

Bendícelo Señor, cuídanoslo mucho y danos fuerzas para seguir su ejemplo y extrañarlo en la irremediable ausencia pero con la plena satisfacción de que en tus brazos y en tu paz, descansará. Sus enseñanzas perviven en cada uno de nosotros.

No me cansé nunca de decirle cuánto lo admiraba y agradecía. Marcó la vida de todos nosotros. Lo sé. Y nos unió como hermanos en el Departamento de Estudios Teológicos y Humanidades (ETH). Nos trasmitió un alto sentido ético al unísono con la solidaridad y humanidad que eran de sus grandes valores. La educación y la sociedad dominicana han tenido en él una institución educativa. Polifacético era nuestro querido Padre Esquivel. Era un gran humanista, un excelente educador y una sensible persona. Trasciende su entrega como educador de generaciones de economistas, su labor editorial, comunitaria y social; y, sobre todas las cosas, su devoción y consagración a Dios, su obra evangelizadora  como Párroco de la Santísima Trinidad.

Recuerdo aquella última Misa oficiada por él, a la que asistí,  por primera vez lo vi resquebrajarse por el dolor, le temblaba la voz y sus ojos se humedecieron de impotencia ante la muerte terrible de  Claudio Nasco. 

La Virgen de la Caridad del Cobre y la Virgen de Altagracia dieron luz al Padre Esquivel, simbolizaban sus dos patrias, Cuba y Dominicana, guiaron su andar por los caminos del Señor. Cada Navidad, en su casa, nos reunía a los profesores del Departamento para la tradicional comida navideña: junto a los dominicanos pasteles en hojas, nunca faltó su congrí oriental con puerco asado y  la yuca con mojo de ajo y limón, como la comíamos en Cuba. Siempre nos preguntaba a Brea, a Pevida y a mí, qué como le había quedado su congrí, y nos decía con orgullo, “Viste, viste, le eché empellitas, lo hice yo mismo”. 

¡Ayyy, perdón! Tengo los ojos nublados y casi no veo el teclado. ¡Cómo nos duelen las pérdidas de personas imprescindibles! Siempre el Padre Esquivel lo será para nosotros y para la sociedad dominicana. 

Fundémonos en un abrazo inmenso y en una Oración interminable por su descanso eterno, en la paz del Señor.

 P. JOSÉ ANTONIO ESQUIVEL BARRENECHEA, S.J. (1943-2015)

“(…) Estudió Humanidades y Filosofía en la Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago (1969-1971). Durante su etapa de magisterio, cursó estudios de Economía en la Universidad de Chicago, Illinois (1971-1972). La Teología la estudió en Jesuit School of Theology en Chicago (1972-1974), obteniendo el Bachelor of Arts (9 junio 1973), y posteriormente el Master of Divinity (14 enero 1978). El P. Esquivel se desempeñó en los siguientes cargos: Asistente del ecónomo provincial de Chicago, Illinois (1971-1972), Consejero de las comunidades de vida cristiana en Miami, Florida (1972-1975), Consejero espiritual del Belén Jesuit de Miami (1975-1977), Consejero del Colegio Loyola de Santo Domingo (1978-1980), Ecónomo del Instituto Bíblico de Roma (1980-1985), Director de la escuela primaria del Colegio Loyola (1985-1988), Profesor y vice-director del Belén Jesuit Prep. School de Miami (1988-1990). En 1989 fue destinado a la parroquia universitaria de la Santísima Trinidad. Fue ecónomo de la Provincia de las Antillas (2000-2002), vicario episcopal de administración del Arquidiocesis de Santo Domingo (2002-2006). Desde 1990 estuvo encargado además del Departamento de Estudios Teológicos y Humanidades de la PUCMM.” http://portal.santisimatrinidad.org/biografia.html