El conjunto entrelazado de hechos decisivos, factores concluyentes, oportunidades y amenazas se denomina coyuntura. “Coyuntura” proviene de latín, “coniunctura” que significa entrelazar y entrecruzar. Si analizamos la coyuntura consideramos, factores políticos y económicos entretejidos. Antonio Gramsci es el filósofo más consumado del análisis de coyuntura, precisamente porque científicamente demostró estos entrecruces de variables decisivas en un territorio concreto y en un momento determinado.
Coyuntura de “estabilidad económica con limitados recursos externos”. El volumen de financiamiento externo que movían varias empresas para Santiago y el Cibao decaerá. Hacienda proyecta que al 2018 la deuda del sector público no financiero es 41.5% del PIB, unos US$32,140 millones. 2019 es coyuntura cuando las obras con recursos externos decrecerá. Se planteará, cumplir el mandato establecido en la Ley 1-12, de la Estrategia Nacional de Desarrollo que impone una Reforma Fiscal Integral con progresividad y transparencia tributaria. A ella se oponen los adversarios capitaleños atrincherados contra el aumento de la capacidad portuaria del Cibao.
Subrayamos los recursos externos gestados por CORAASAN que hizo el trabajo y consiguió el aval del Poder Ejecutivo para contratar US$80,000,000.00 para la gestión del agua residual de Santiago, proyecto consensuado en el Plan Estratégico 2020. Préstamo potencial que representa apenas el 9.5% del 100% que son los 838 millones de dólares que la Presidencia autorizó para diversos proyectos de Estado.
Muy bien, pero vale subrayar que para el Cibao no habrá un real beneficio de la estabilidad y el crecimiento económico hasta que la República no se levante a defender la modernización y ampliación del Puerto de Manzanillo como eje sostenible de la creación de nuevas empresas y empleos. Esto es lo que se impone, ir más allá del arreglo cosmético y simplista que pretenden ejecutar ciertos coristas influidos por intereses espurios a la sostenibilidad de la Nación.
Coyuntura de “crítica gestión política y electoral”. El PLD transita por una prolongada crisis institucional. La gran fuerza política de la República en cuyo intríngulis se juega el destino del Estado y la Economía, está desafiada. Una crisis que generará dos resultados. Primero, un Resultado Tsunami que fracciona el PLD en dos fuerzas electorales divididas. Segundo, un Resultado Cóndor que le permite al PLD apoyarse en sus fortalezas internas para relanzar el partido y sus líderes de cara a las elecciones del 2020. El presidente Medina tiene el “mouse” para darle “clik” a cualquiera de estas opciones. La coyuntura crítica también envuelve a la oposición política, que luce dispersa, sin una línea discursiva clara.
Santiago y el Cibao deben aprovechar la actual efervescencia y movilización política para promover entre todos, el sentido de desarrollo territorial y regional que aspiramos. La sociedad civil debiera también activarse a favor de unas elecciones 2020 realizadas a bajo costo, con racionalidad económica y respetuosa del Estado de Derecho.
Coyuntura de “más seguridad social inefectiva y de capitales ociosos”. Los casi 550 mil millones de pesos y alrededor de 30 mil millones que conforman el patrimonio acumulado en fondos de pensiones y riesgos laborales están en el congelador de un sistema de seguridad social incapaz de prevenir las mortalidades más altas de América en niños, niñas, mujeres embarazadas y ciudadanos por accidentes de tránsito.
Valórese que para este año el presupuesto público aprobado asciende a 921 mil, 810 millones por lo que la seguridad social tiene inactivo el equivalente del 63% del presupuesto público. En el Cibao hay condiciones de rentabilidad para utilizar una parte de esos fondos para modernizar y convertir en zona de libre el Puerto de Manzanillo, la operación del Sistema Merca Cibao y masivos programas atención primaria de mortalidades evitables.
Coyuntura de “mayor inseguridad pública y auge de la delincuencia”. El año 2019 abre con un mortal ciclo de delincuencia. La coyuntura señala a la Policía como causa y no como solución del problema. La Policía con una nueva ley pero sin reformas, es tropa fértil para la corrupción. Cientos de sus miembros encabezan todas las olas de delincuencia y violencia callejera de este siglo XXI. Registra un personal activo de 31,513 miembros, entre oficiales, clases y alistados. 14 mil 500 están fuera de los cuarteles en funciones ajenas a la seguridad.
Un total de rasos y cabos de 11 mil 504 con salarios de sobrevivientes. El Estado no debiera armar y darle poder coercitivo a un órgano en caos. Similares experiencias mundiales señalan el camino a seguir. 2019 debiera ser año de purgas masivas y recomposición de la Policía Nacional.
Coyuntura de “mayor visión e integración regional”. El año 2019 encuentra a Santiago y el Cibao movilizados por sus proyectos regionales de desarrollo. La planificación estratégica territorial reclama mayor sentido metropolitano, provincial y regional. Las trompetas de alerta fueron tocadas por los hechos. Primero, la falaz construcción del Merca en Santo Domingo. Segundo, el decreto 570-12 que devolvió la gestión del Puerto de Manzanillo a la Autoridad Portuaria, hasta que el Estado “seleccione el Operador del Área Internacional de Libre Comercio y de Servicios de Montecristi”.
Tercero, la vocación solidaria del Consejo para el Desarrollo Estratégico de Santiago (CDES) de contribuir a la finalización exitosa de los planes estratégicos de Espaillat, Sánchez Ramírez, Pepillo Salcedo, Valverde y La Vega, generó una reflexión del conjunto de proyectos que defienden diversas provincias del Cibao. A lo anterior se suma Proyecto para el Desarrollo de Capacidades de Planificación de la Región Cibao Norte del MEPyD y la JICA; y la decisivamente la disposición de las 7 entidades de Compromiso Santiago de impulsar un enfoque regional.
En definitiva, la coyuntura 2019, se presenta propicia para movilizar a Santiago y al Cibao. Para mantener activos a todos sus sectores sociales y atraer más inversión a favor del desarrollo socio territorial, la creación de empresas y empleos y la reforma del Estado en lo relativo a un fortalecimiento de la seguridad pública, resultado de una recomposición integral de la Policía Regional y Nacional.