Hoy es 14 de Junio. Se conmemoran 60 años de la Gesta Heroica en que parte de la valiosa juventud de aquellos años se inmoló por los ideales de libertad y democracia para el pueblo dominicano. O para lo que en sus percepciones personales aquello significaba en ese momento de la realidad local. Que no es la misma que es ahora.
Mucho se ha hablado del Programa Mínimo. También de los sueños que trajeron los expedicionarios en sus mochilas. Pero no se dieron cuenta en aquel momento, ni nos hemos dado cuenta hoy en día, que nuestra sociedad no nos pertenece. Por qué digo esto? Porque cuando piensas en el futuro para tu vida y la de tu familia, consideras que puedes hacer algo para incidir en su desenvolvimiento. Y eso era lo que pasaba con el Programa Mínimo y las mochilas de los expedicionarios.
Otras personas, ajenas a nuestra sociedad, tenían sus planes. Y eran diferentes a los nuestros. Ya hemos visto cómo se hace difícil aspirar a condiciones dignas de vida para la población: educación y trabajo de calidad, salud asegurada, progreso económico. Por qué es tan complicado que se entienda lo justo de lo que se quiere lograr, lo que está incluido en todos los parámetros mundiales de la definición de DEMOCRACIA. Y es irrisorio pensar que todavía existen sectores que a estas aspiraciones les llaman comunismo.
Hoy en día vemos la situación en que se encuentra nuestra sociedad, luego de tantos sacrificios y tanta sangre derramada, tanta represión sufrida. La delincuencia y la inseguridad ciudadana. Pues forman parte de aquella agenda, aquellos planes que tenían otros que no éramos nosotros y que permitirían, como permiten, que nuestra isla sea utilizada para el ¨crecimiento económico¨. Bonitas playas, explotación minera de oro y cobre, carbón, fuerza laboral barata, estupefacientes.
Se conmemoran 60 años de la Gesta Patriótica del 14 de Junio. Pero no somos más que eso, ¨un inverosímil archipiélago de azúcar y de alcohol¨, ¨sencillamente liviano¨, ¨sencillamente claro¨, ¨sencillamente frutal¨. ¨Y sin embargo sencillamente tórrido y pateado como una adolescente en las caderas. Sencillamente triste y oprimido¨.