Juan T H

Es difícil escribir cien palabras como reclama el espacio de esta singular columna del colega Ramón Colombo cuando ya todas las palabras inventadas por la humanidad han sido repetidas millones de veces en todos los idiomas para decir más o menos lo mismo, principalmente en un país donde todo se ha dicho y nada se ha hecho, un país caricaturesco, bizarro, de cabeza, absurdo y controversial, inventado por García Márquez, donde la imaginación parece superar la realidad,  un país donde la palabra del Presidente no vale nada porque nada dice. Es difícil.