Washington, Estados Unidos (EFE).- Cientos de candidatos a las elecciones legislativas del próximo martes en Estados Unidos encaraban la recta final de la campaña con un claro protagonista de sus discursos y gran polarizador del debate: el presidente Donald Trump, quien se juega en los comicios la estabilidad de su proyecto político.
A tres días de la cita electoral, la oposición demócrata mantenía sus esperanzas de recuperar el control de la Cámara de Representantes, que renovará todos sus escaños, mientras Trump enfocaba sus esfuerzos en ampliar la exigua mayoría republicana en el Senado, donde un tercio de los legisladores se juegan su escaño.
"Necesitamos que voten por una Cámara Baja republicana y un Senado republicanos para que podamos continuar este increíble movimiento, el mayor movimiento que ha visto jamás el mundo", dijo Trump al término de un mitin en Belgrade (Montana).
El mandatario visitó Montana antes de desplazarse a Florida como parte de una maratón final de mítines, que incluirá otros dos actos de campaña este domingo y un récord de tres el lunes.
Trump es consciente de que las legislativas se consideran un referéndum sobre su mandato, y de que, históricamente, los mandatarios pierden escaños de su partido en el Congreso durante esa cita con las urnas.
Convencido de su tirón mediático, el mandatario se ha propuesto hacer más campaña que ninguno de sus predecesores, con 30 mítines en dos meses, concentrados sobre todo en estados que ganó en 2016.
A medida que se acerca la fecha clave, las encuestas dibujan un panorama más favorable para los demócratas en lo relativo a la Cámara de Representantes, que se encuentra bajo control republicano desde enero de 2011.
La oposición a Trump necesita ganar 23 escaños para tomar las riendas de la Cámara Baja, y los analistas calculan que podrían conquistar hasta 35 asientos, según proyecciones citadas por el diario The New York Times.
El mapa es mucho menos favorable para los demócratas en el Senado, donde tienen que defender más asientos que los republicanos, y en estados especialmente conservadores.
Ante ese panorama, Trump ha centrado sus esfuerzos en candidatos al Senado y a gobernaciones en estados donde se siente cómodo, y ha dedicado menos atención a la vulnerable mayoría republicana en la Cámara Baja, debido en parte a que muchos de sus escaños clave se disputan en suburbios de ciudades mayoritariamente demócratas.
El mandatario reconoció este viernes que los demócratas "podrían" retomar el control de la Cámara Baja, pero no se mostró preocupado y dijo que se las "arreglará" si eso ocurre.
La figura de Trump ha centrado los discursos de campaña de la mayoría de los candidatos, ya fuera en forma de promesas demócratas de poner freno a sus políticas o de expresiones de lealtad incondicional por parte de los republicanos.
Los progresistas han centrado su mensaje de campaña en los intentos republicanos de derogar la reforma sanitaria de 2010, mientras que los conservadores han dejado que Trump se convierta en su portavoz y derive el discurso hacia el tema que mejor le funcionó en su campaña de 2016: la inmigración.
"Los demócratas quieren invitar a caravana tras caravana de inmigrantes indocumentados para que invadan nuestras comunidades, acaben con nuestros recursos y abrumen a nuestro país", alertó Trump en su mítin de este sábado en Montana.
El mandatario recordó que ha ordenado el despliegue de más de 5.200 militares a la frontera para prepararse ante la llegada dentro de varias semanas de una caravana de migrantes centroamericanos, y reiteró su habitual acusación de que entre ellos hay "criminales".
"Las alambradas con púas, si se usan adecuadamente, pueden ser preciosas", afirmó Trump en referencia a la cerca instalada este viernes en parte de la frontera entre Texas y México por unos 160 militares que ya se encuentran en la zona.
Las acciones de Trump han centrado también los discursos de dos grandes iconos demócratas, el expresidente Barack Obama y el exvicepresidente Joe Biden, que han multiplicado sus apariciones en favor de aspirantes de su partido.
"El carácter de nuestro país está en juego en las urnas el martes", advirtió Biden, que suena entre los posibles aspirantes demócratas a las elecciones presidenciales de 2020, durante un acto en Ohio. EFE