Austin, Estados Unidos (EFE).- El equipo de transición del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, está estudiando posibles trazados para construir el muro en la frontera con México, la propuesta estrella con la que el empresario neoyorquino ganó las elecciones.
"He recibido varias informaciones de agentes fronterizos de Laredo (Texas) que indican que desde la sede central de Washington preguntaron cuáles son las ubicaciones ideales para construir el muro en esa zona", explicó a Efe el congresista demócrata Henry Cuéllar, representante por Texas a la Cámara de Estados Unidos.
El compromiso con hacer cumplir las leyes migratorias y controlar la frontera sur fue uno de los pilares de la campaña de Trump, quien prometió la construcción de un muro en la frontera con México y deportar a millones de indocumentados que residen en el país.
Cuéllar, contrario al levantamiento del muro como la mayoría de sus compañeros demócratas, afirmó que una construcción de este tipo es "una solución del siglo XIV", además de ser muy costosa.
Por ello, abogó por una mezcla de herramientas tecnológicas y personal de las patrullas para optimizar la seguridad actual de la frontera con México.
Cuéllar propuso el uso de un tipo de globos aerostatos con cámaras con una visibilidad de cuarenta millas en cualquier dirección y a cualquier hora del día como uno de los instrumentos para mejorar la situación en el terreno limítrofe.
También sugirió el uso de vehículos aéreos no tripulados, o drones, que ya se utilizan en el área de San Angelo (Texas) desde principios de este año.
"Una milla de tecnología costaría alrededor de un millón de dólares, mientras que una milla de muro construido, entre la obra y el mantenimiento, costaría 6,5 millones de dólares" dijo Cuéllar, citando datos que recibió del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
Esta misma semana, Trump confirmó al general John Kelly, un experto en seguridad en Latinoamérica, para dirigir el DHS, creado tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Washington y Nueva York, con unos 240.000 empleados y encargado entre otros del control de fronteras y del cumplimiento de las leyes migratorias. EFE