Brasilia, 7 sep (EFE).- El presidente brasileño, Michel Temer, encabezó hoy los actos por el Día de la Independencia del país en medio de unas tímidas protestas contra su gestión y la corrupción, que no llegaron a empañar un desfile militar celebrado en Brasilia.
El desfile fue realizado en la Explanada de los Ministerios, una avenida en la que se concentran todos los edificios del poder público brasileño, y Temer lo presidió junto a su esposa, Marcela Tedeschi Araújo, y el hijo de ambos, Michel, de nueve años.
Aunque es tradicional que el presidente llegue al desfile en un automóvil abierto, Temer optó esta vez, así como había hecho el año pasado, por uno cubierto, lo que fue interpretado como una posible "protección" ante eventuales protestas.
Sin embargo, aunque hubo algunos manifestantes que se agruparon para gritar consignas contra el mandatario, la policía de Brasilia cifró su número en unos 150, que pasaron casi desapercibidos entre las cerca de 20.000 personas que asistieron al desfile.
Algunas personas cargaron maletas llenas de dinero, similares a las que la Policía Federal halló esta semana en un apartamento que era usado por el exministro Geddel Vieira Lima, un hombre cercano a Temer que está detenido por supuesta corrupción.
En Sao Paulo, unas 500 personas se dieron cita en la céntrica avenida Paulista y protestaron contra un plan de privatizaciones que ha anunciado el Gobierno, así como por medidas que han flexibilizado las leyes laborales y la corrupción "generalizada" en el país.
Algunas personas cargaron maletas llenas de dinero, similares a las que la Policía Federal halló esta semana en un apartamento que era usado por el exministro Geddel Vieira Lima, un hombre cercano a Temer que está detenido por supuesta corrupción.
En ese apartamento, las autoridades encontraron 16,3 millones de dólares guardados en grandes maletas y cajas, los cuales presumen que fueron producto de corruptelas en las que estaría incurso Vieira Lima, quien hasta diciembre pasado ocupaba la estratégica Secretaría de Gobierno.
Los movimientos sociales habían convocado protestas similares en otras ciudades del país, pero en todos los casos la asistencia fue escasa, a pesar de que recientes encuestas de opinión afirman que el rechazo a la gestión de Temer se sitúa en torno al 95 %. EFE