Cortesía del Daily Mail

Una nota publicada esta semana por el periódico británico Daily Mail recoge que la Oficina de Ética Gubernamental de Estados Unidos (OGE, por sus siglas en inglés) envió un "recordatorio" que refresca a los empleados federales que no debe respaldar ningún producto, el día siguiente en el que el presidente electo Donald Trump alentara a los seguidores a comprar L.L. Bean.

El jueves de esta semana, Trump tuiteó: "Gracias a Linda Bean de L.L.Bean por su gran apoyo y coraje. La gente te apoyará aún más ahora. Compre L.L.Bean @LBPerfectMaine.

El presidente electo presumiblemente tuiteó su apoyo a la compañía en respuesta al boicot #GrabYourWallet, al que se llamó después de que Linda Bean se revelara como partidaria de Trump.

Apenas un día más tarde, el OGE acudió a la red social Twitter para decir: "Todos los empleados de la rama ejecutiva deben abstenerse de mal uso de su posición, incluidos los endosos. Véase la nota de Dir Shaub […].

El tuit está vinculado a la página oficial de la OGE en internet al dar un recordatorio en el uso indebido del cargo".

La política oficial establece que todos los empleados de la rama ejecutiva están sujetos a un conjunto de normas éticas que regulan los "conflictos de intereses, el uso indebido de la posición, la imparcialidad y los regalos".

Un día después del apoyo de Trump a L.L Bean, la cuenta oficial de Twitter de la OGE tuiteó un "recordatorio sobre el uso indebido de la posición", citando que los empleados no pueden endosar ningún producto, servicio ni empresa.

Bajo estas regulaciones, los empleados no están autorizados a respaldar ninguna empresa, producto o servicio, dijo el sitio web. Sin embargo, muchas reglas federales de empleados no se aplican al Presidente de la nación.

Aunque el tuit no mencionó a Trump, pareció ser un golpe sutil al presidente electo republicano.

El director de la OGE Walter Shaub golpeó a Donald Trump el miércoles por no desvincularse de sus negocios y sólo entregárselo a sus hijos, lo cual Shaub dice puede plantear un potencial conflicto de intereses al presidente una vez en funciones.