SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Los obispos católicos de Cuba manifestaron que la solución al conflicto en ese país no se llegará a través de imposiciones, ni haciendo llamado a la confrontación, sino más bien cuando se ejercite la escucha mutua.

“La violencia engendra violencia, la agresividad de hoy abre heridas y alimenta rencores para mañana…Nos enseña el Papa Francisco, y a su vez, las experiencias vividas, que las crisis no se superan con el enfrentamiento sino procurando un entendimiento”, expresaron.

En Cuba desde el pasado 11 de julio cientos de ciudadanos se lanzaron a las calles a protestar a pesar del aumento en los contagios de covid-19 como forma de expresar el descontento nacional con relación a su situación social y económica del país.

Ante las protestas, los obispos se mostraron preocupados por las respuestas que el pueblo cubano pudiera recibir por partes de las autoridades.

En un comunicado expresaron que les preocupa que las respuestas a dichos reclamos sea el inmovilismo “que contribuye a dar continuidad a los problemas sin resolverlos”, en donde un pueblo en medio de la pandemia y del aumento de contagios sale a expresar su malestar por el deterioro de la situación económica y social de ese pueblo.

“No solo vemos que las situaciones se agravan, sino también que se camina hacia una rigidez y endurecimiento de posiciones que pudieran engendrar respuestas negativas”, dijeron.

CONFERENCIA CUBANA DE RELIGIOSAS / OS

Este mismo martes 13, se pronunció al respecto la Conferencia Cubana de Religiosas/os, "como responsables de acompañar a la Vida Consagrada en Cuba", manifestó en un conmunicado.

"Acogemos con profundo respeto e interés los clamores y esperanzas que ha manifestado la gente que ha salido a protestar por las calles este domingo 11 de julio en todo el país. Como personas consagradas vivimos desde la fe estos acontecimientos y reconocemos también en esos reclamos del pueblo la voz de Dios", sostiene el texto.

Quienes salieron a las calles, prosigue, "no son delincuentes, son gente común de nuestro pueblo que encontró un modo de expresar su descontento. En comunión con el importante e inspirador mensaje de nuestros obispos en el día de ayer 12 de julio, también sentimos que no podemos cerrar los ojos o entornar la mirada, como si nada estuviera sucediendo”.

En ese sentido, esta instancia propuso cinco puntos que estimó son "indispensables para superar la difícil situación actual y construir entre todos la fraternidad":

1. Recordemos y defendamos que es un derecho legítimo y universal de cualquier ciudadano manifestar sus reclamos de manera ordenada y pacífica en el espacio público que no es monopolio y privilegio de ningún grupo ideológico determinado.

2. Es necesaria la pronta liberación de todos los que han sido apresados injustamente por el solo hecho de ejercer el derecho a manifestarse, a expresar sus reclamos.

3. Reclamamos el derecho a la información y comunicación que ha sido violado al extremo cortando la conexión de la telefonía móvil y bloqueando las redes sociales. Esto aumenta la incertidumbre y el desconcierto en una población que ya se siente agobiada por situaciones económicas, sanitarias y sociales críticas.

4. Todos debemos evitar caer en la trampa de la violencia como modo de imponer la propia verdad. Nos preocupa que por falta de capacidad de diálogo y de escucha se ataque, repudie, persiga y condene desde el gobierno a los que piensan diversamente y lo expresan en público.

5. Es importante escucharnos entre todos para poner remedio a las causas que originaron estas manifestaciones. Solo yendo a la raíz de los problemas podremos remediarlos verdaderamente.