Caracas, Venezuela (EFE).- El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, recibió el apoyo de varios cientos de chavistas que marcharon en Caracas para respaldarlo en medio de la severa crisis económica que atraviesa el país y de todas las críticas que hacen en el extranjero contra su Gobierno.

La manifestación fue convocada por el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) "contra el imperialismo" un día después de que Estados Unidos presionara en la Organización de la Naciones Unidas (ONU) a la comunidad internacional para que deje de apoyar a Maduro, a quien acusan de encabezar un "régimen corrupto".

Durante la caminata, que partió desde varios puntos de la capital venezolana y terminó en el centro de la ciudad, el presidente de la oficialista Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, alertó nuevamente sobre supuestos planes intervencionistas de Washington.

"Es probable que (los invasores) entren (a Venezuela), lo que no está claro para ellos es cómo van a salir, saldrán derrotados, se impondrá nuevamente la verdad de los hijos de (Simón) Bolívar", dijo en un encendido discurso el jefe de la ANC, un foro que no es reconocido por numerosos Gobiernos.

Por ello, Cabello pidió a los presentes "preparase para la defensa de la patria" ante un eventual ataque armado contra el país.


El titular de Defensa de Caracas denunció que algunos países y organismos buscan con esta supuesta guerra económica "derrocar a un Gobierno legítimo", el de Maduro

"Está acostumbrado el imperialismo a atropellar pueblos, a que los presidentes sean lacayos como (el argentino Mauricio) Macri, como (el colombiano Iván) Duque, como (el brasileño Michelle) Temer (…) que les dicen 'yes, sir' (sí, señor)", añadió el dirigente oficialista en una alocución transmitida por el canal estatal VTV.

Maduro, que no asistió a la movilización, encabezó luego un acto con jóvenes del PSUV en el que ofreció un eufórico discurso contra "el imperialismo", la "oligarquía" y los supuestos planes golpistas que buscan sacarlo del poder, al que llegó en 2013.

En la misma jornada, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, se reunió en el sur del país con su homólogo brasileño, Joaquím Silva, para hablar sobre la cooperación en varias materias, entre ellas la migratoria.

"Venezuela no es un país que tiene vocación migratoria hacia el Brasil, no lo es, es un país que su movimiento migratorio es por razones económicas que tienen una causa, la causa es la guerra económica, el bloqueo y la persecución financiera que le han impuesto a Venezuela para asfixiarla", prosiguió Padrino.

El titular de Defensa de Caracas denunció que algunos países y organismos buscan con esta supuesta guerra económica "derrocar a un Gobierno legítimo", el de Maduro.

Sobre los movimientos migratorios, pidió a Brasil "en el marco del respeto de los derechos humanos, nos facilite el retorno" de venezolanos que ahora promueve el chavismo a través del plan gubernamental "Vuelta a la Patria".

Según datos facilitados por Naciones Unidas, un total de 2,3 millones de venezolanos han huido del país desde 2014, dirigiéndose principalmente a Colombia, Ecuador, Perú y Brasil.

La mayor parte de los emigrados, según la ONU, citan la falta de alimentos como la principal razón de su marcha.

Por esta y otras razones la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, alertó ayer en una reunión informal del Consejo de Seguridad que "cualquier país que hace negocios con Maduro y su Gobierno está dañando a propósito a los venezolanos".

Venezuela ha negado estas acusaciones así como que en el país haya una crisis humanitaria o de refugiados, y ayer Maduro reiteró que existe una "campaña" contra su Gobierno que busca justificar un golpe de Estado.

El país atraviesa una severa crisis económica que se expresa en hiperinflación y escasez, pese a sus enormes depósitos de petróleo, lo que obligó a Maduro a lanzar un paquete de medidas que incluyen controles de precios y la multiplicación del salario por 35 veces su valor anterior.

Todas las medidas son rechazadas por varios expertos y todos los opositores, por considerarlas incompletas e impertinentes. EFE