París, Francia.- Francia se abrió este miércoles al turismo extranjero coincidiendo con el inicio de una nueva fase de la desescalada que supone el levantamiento de muchas restricciones, que han impedido durante más de siete meses servir en el interior de bares y restaurantes por la pandemia.

El presidente francés, Emmanuel Macron, se felicitó en su cuenta de Twitter de que se haya podido llegar a esta nueva etapa que implica también un aumento de los aforos en los comercios, en los museos, en los cines, teatros y salas de espectáculos, que como los estadios deportivos podrán recibir hasta 5.000 espectadores.

"¡Habíamos echado de menos tanto esta vida!", dijo el mandatario, que aprovechó para lanzar un mensaje de prudencia: "Para que esta recuperación sea duradera, sigamos respetando los protocolos y medidas de seguridad", señaló.

Entre los nuevos mecanismos para intentar evitar un repunte de coronavirus está el certificado sanitario, que será de uso obligatorio para poder asistir a ferias, salones, eventos deportivos o culturales con más de mil personas.

Otra gran novedad de la jornada es el retraso en dos horas del inicio del toque de queda, que ahora va de las 11 de la noche hasta las 6 de la mañana, lo que sobre todo significa aumentar la actividad en la hostelería y en la cultura.

Lo ilustraba Claire, directora del restaurante Panache de París, que en declaraciones a Efe mostró su satisfacción por los nuevos horarios, que permitirán a sus clientes cenar "más a gusto y más tranquilos".

El cierre de los establecimientos hosteleros desde octubre pasado -las terrazas solo están abiertas desde el 18 de mayo- "ha sido muy duro", indicó la restauradora, que subrayó que muchos negocios no han podido sobrevivir.

El toque de queda debería desaparecer el próximo 30 de junio, cuando se llegue una nueva fase de la desescalada. Unos diez días antes se sabrá qué ocurre con las discotecas, que tienen completamente suspendida su actividad desde marzo de 2020.

CERTIFICADO DE VACUNACIÓN

Por lo que respecta a los viajes desde el extranjero, Francia acepta desde este miércoles la entrada sin un test de covid a quienes tengan el protocolo completo de vacunación cuando llegan desde otro país del Espacio Económico Europeo o desde los otros Estados de su "lista verde": Australia, Corea del Sur, Israel, Japón, Líbano, Nueva Zelanda o Singapur.

El resto de viajeros no vacunados desde esos mismos destinos deberán presentar una prueba PCR o de antígenos realizada como máximo 72 horas antes de embarcar.

Si se entra a Francia desde los países de su "lista naranja", donde están la mayoría de los del mundo (incluidos el Reino Unido y Estados Unidos), al certificado de vacunación habrá que añadir un test negativo hecho como mucho 48 horas antes del embarque.

Francia únicamente acepta el certificado de las vacunas que han recibido el visto bueno de la Autoridad Europea del Medicamento (EMA), lo que excluye las chinas y también la rusa Sputnik V, que son las que se han administrado mayoritariamente en Latinoamérica.

Continúa siendo imposible ir a Francia para hacer turismo desde los países de la "lista roja" (entre los que están India, Brasil, Argentina, Colombia, Costa Rica, Chile y Uruguay) por el nivel de incidencia epidémica y la presencia de variantes inquietantes.