Pekín, 19 sep (EFE).- El Gobierno chino defendió hoy que no interfiere en los asuntos internos de otros países, tras ser acusado ayer por Donald Trump de tratar de influir en las elecciones estadounidenses con aranceles diseñados para perjudicar a sus votantes.
"Cualquiera que tenga algún conocimiento de diplomacia sabrá que nosotros no interferiremos en los asuntos nacionales de otros países", aseveró el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Geng Shuang, al ser preguntado en rueda de prensa por estas acusaciones.
En plena escalada de tensión de la guerra comercial, Trump criticó ayer a China por diseñar sus aranceles para que afecten a los productos procedentes de Estados que votaron masivamente por el candidato republicano en los comicios presidenciales de 2016, con el supuesto objetivo de perjudicar a los legisladores republicanos.
"China ha afirmado de manera abierta que está tratando activamente de impactar y cambiar nuestra elección atacando a nuestros granjeros, rancheros y trabajadores industriales por su lealtad hacia mi", escribió Trump en un mensaje en su cuenta de Twitter.
A este respecto, Geng se limitó a señalar que, al igual que Pekín no quiere que otros países interfieran en sus asuntos nacionales, tampoco lo hace con los de otros.
Las palabras de Trump se produjeron minutos antes de que Pekín anunciase aranceles a productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares, en represalia a los gravámenes del 10 % que Washington aplicará a importaciones chinas por 200.000 millones de dólares a partir del 24 de septiembre.
Los aranceles chinos han tenido en el punto de mira la carne de cerdo y de pollo, soja, sorgo y lácteos estadounidenses, cuyos centros de producción se concentran en los Estados del centro y Medio Oeste del país, y que son tradicionalmente republicanos.
Las elecciones legislativas estadounidenses del próximo 6 de noviembre renovarán la totalidad de la Cámara de Representantes así como un tercio del Senado y, según las encuestas, el partido del presidente podría perder al menos el control en una de ellas. EFE