La Habana, Cuba (EFE).- La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, arrancó ayer la agenda oficial de su visita a Cuba, la penúltima al exterior como jefa de Estado, con una tertulia en la que intercambió con destacados artistas de la isla y asistió a la firma de un acuerdo de colaboración en el ámbito cinematográfico.

Bachelet llegó en la madrugada del domingo a La Habana y horas después visitó la sede de la oficialista Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac), donde compartió a puertas cerradas con su presidente, el escritor Miguel Barnet, o el famoso actor Jorge Perugorría.

Barnet, autor de la aclamada "Biografía de un cimarrón (1966)", tuvo un aparte con la mandataria, a la que mostró los jardines de la casona que ocupa la organización en el barrio del Vedado habanero.

Más tarde, en la Galería Villa Manuela de la institución, Bachelet asistió a la firma de un convenio de colaboración entre el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de Chile y el estatal Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic), ente oficial que se encarga de la producción audiovisual de Cuba.

El acuerdo expone la voluntad de colaborar en la identificación de filmes patrimoniales para su restauración, además de promover la exhibición de cintas cubanas en el país austral, explicó a la prensa el presidente del Icaic, Roberto Smith.

Smith resaltó los "históricos vínculos" entre las cinematografías de ambas naciones, especialmente del Festival de Cine de Viña del Mar de 1967, del que el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de la Habana "se declara deudor".

Fortalecer la alianza entre ambas filmografías es "una vieja aspiración" cubana, subrayó el funcionario.

Michelle Bachelet iniciará mañana, lunes, el itinerario de su segundo y último día de visita oficial a La Habana con la inauguración de un foro empresarial en el Hotel Nacional de Cuba.

En el encuentro bilateral participarán los hombres de negocios que viajan en la delegación presidencial en busca de nuevas oportunidades para las inversiones chilenas en la isla, que actualmente rondan los 52 millones de dólares.

Está previsto que Bachelet visite, además, una escuela pedagógica que lleva el nombre del que fuera presidente chileno Salvador Allende (1970-1973), donde tendrá lugar la rúbrica de un convenio de colaboración bilateral en el sector de la salud.

La presidenta chilena se reunirá el lunes por la tarde con su homólogo cubano, Raúl Castro, quien la recibirá en el Palacio de la Revolución, sede del Gobierno.

Antes, la mandataria chilena realizará el tradicional homenaje en el monumento al prócer independentista cubano José Martí, en la emblemática Plaza de la Revolución.

Cuba es el penúltimo país al que Bachelet viajará como jefa de Estado antes de visitar Japón y de pasar el cargo en marzo venidero al exmandatario Sebastián Piñera, vencedor en las últimas elecciones presidenciales chilenas.

Raúl Castro también está en la recta final de su mandato, que debe terminar en abril próximo cuando el Parlamento cubano elija a un nuevo presidente de su país, que por primera vez en casi sesenta años no tendrá a un gobernante de apellido Castro.

El viaje de Bachelet a Cuba ha generado críticas tanto en sectores opositores como oficialistas del país suramericano, que no ven su conveniencia y exigen que la presidenta saliente rechace "la violación de los derechos humanos" en la isla.

La ministra portavoz del gobierno chileno, Paula Narváez, salió ayer al paso de los reproches, al señalar que Bachelet "está haciendo ejercicio de sus facultades como presidenta de la República visitando ese país donde hay una agenda bilateral que abordar y que ha sido aclarada por el canciller".

Cuba y Chile mantienen relaciones que datan de la década de 1960, cuando el país caribeño envió médicos para ayudar a las víctimas del tsunami y los terremotos de la localidad chilena de Valdivia.

Brigadas cubanas de emergencia también han viajado a Chile tras los terremotos del 27 de febrero de 2010, en Rancagua, y del 24 de abril de 2017, en Valparaíso.

Las visitas en la década de 1970 de los entonces presidentes de Cuba, Fidel Castro, a Santiago; y de Chile, Salvador Allende, a La Habana, están entre los hitos de la relación bilateral.

Michelle Bachelet visitó al líder revolucionario cubano, ya fallecido, en su retiro durante su viaje a La Habana en 2009, el primero de un gobernante de su país a Cuba desde 1972.

La presidenta de Chile también asistió en la capital cubana a la firma del histórico cese el fuego bilateral y definitivo entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC, en junio de 2016. EFE