Comentaba la semana pasada, en mi artículo anterior, que independientemente de las razones, los precios del petróleo se encontraban en niveles pírricos y que a la vez prevalecían dos corrientes de pensamiento que justifican los niveles del momento; por un lado, está el inicio a un cambio de otros tipos de energía, y por el otro que entiende es el reflejo de la disminución de la actividad económica a nivel global. En mi opinión existen elementos de ambos que inciden; no obstante, creo firmemente que la paralización de la actividad comercial ha sido el factor primordial.
Mi observación viene de la premisa del uso de los precios del oro negro como indicador económico. Incluso me comentaba un amigo hace unos días, con cierta alegría y mayor entusiasmo, sobre el segundo aire que les están proporcionando los precios actuales del petróleo a los países emergentes y en vías de desarrollo, a lo que le respondí que esos precios que experimentamos están ahí por razones equivocadas.
Veamos. El petróleo es la sangre y locomotora de la economía global, que para bien o para mal, se mantiene como el principal producto del mundo. Su precio nos puede dar una idea de lo que está sucediendo en la economía mundial en ese preciso momento. Por ejemplo, retrocedió -0.1 del PIB mundial en el 2009, lo que resultó en una disminución del promedio anual del WTI de US $99.67 el barril a US $61.95, y Brent US $96.94 el barril a US $61.74. Sin embargo, a medida que la economía mundial se recuperaba y pasaba del crecimiento negativo en el 2009 a un crecimiento del 5.4% en el 2010, el WTI y Brent reflejaron una apreciación de US $79.48 y US $79.61, respectivamente.
Y es que aún no exista una correlación perfecta entre el crecimiento anual y la apreciación del petróleo debido a un sin número de factores, desde el control de la oferta, apreciación o depreciación del dólar norteamericano, la realidad es que los precios del petróleo al igual que su demanda, por lo regular nos da una real panorámica de la coyuntura actual e inclusive de las expectativas a corto plazo.
Al evaluar esta semana, el WTI, que es el referente para el continente americano, y el Brent que es para la región europea, tenemos que cerraron en US $37.01 y US $39.27, respectivamente, inferior a lo acontecido la semana previa. Esto refleja como todo producto básico, un problema serio de oferta y demanda, además de que expone bastante claro que la actividad comercial aún está rezagada, desde disminución de viajes aéreos, fábricas laborando a capacidad mínima y otras cerradas, así como también disminución del tráfico vehicular, solamente para mencionar algunos casos.
Los Estados Unidos, considerado el principal consumidor de derivados del mundo, registra niveles históricos de almacenamiento de petróleo comercial, con abastecimiento para 37 días, 11 días sobre el promedio anual del año pasado, lo que evidencia el bajo consumo. Si bien tener precios excesivos de los hidrocarburos son uno de los principales catalizadores de recesiones e inflación desmedida no es menos cierto que la situación actual no es sostenible para esta industria, y aunque suene contraproducente desestimula la inversión de energías alternativas, postergando el gran cambio a las mismas.
Por el momento, aún sea por las razones equivocadas, a nuestro país, la República Dominicana, por un lado, le afecta las recaudaciones, por ser el consumo de hidrocarburos uno de los principales métodos de recaudación tributaria, pero, por otro lado, nos da un gran alivio con el sector energético que hoy en día mantiene como matriz más del 40% de derivados del petróleo.