El Ministerio de Medio Ambiente tiene serias intenciones de integrar a la República Dominicana como país miembro de la Organización Internacional del Bambú y el Ratán (INBAR).
El proceso para su integración todavía no se ha agotado, pero sí se han dado los primeros pasos. Uno de ellos, informó recientemente el ministro Orlando Jorge Mera, fue que ya se reservó el pago de la cuota al INBAR, en presupuesto del 2022 de la institución.
"La membresía a este organismo internacional tiene una inversión de US$8,000 anuales, y deberá ser cubierto por la institución", informó el ministerio a Acento posteriormente. Calculado a una tasa de RD$57 por dólar, serían unos RD$456,000, por año.
"Mediante correspondencia dirigida a la Cancillería, la institución (Medio Ambiente) ha dado el visto bueno a esta incorporación, que deberá realizarse conforme a los procedimientos diplomáticos y legales establecidos a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores", agregó la entidad gubernamental, la cual apuesta a los beneficios que representaría para la República Dominicana el establecimiento de estos lazos para impulsar la industria del bambú en territorio nacional.
Jorge Mera dio a conocer "los primeros esfuerzos" para integrar al país en el organismo con sede en China, durante la celebración del "I Seminario Internacional: Generando Alianzas para la Reactivación Económica y el Desarrollo Sostenible a través del Bambú", que se celebró a inicios de semana en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU).
Durante el evento, Jorge Mera explicó que esta integración el país tendría "mayores oportunidades y acceso a múltiples ventajas", relacionadas con el uso del bambú como medio de desarrollo de una economía circular en el país.
Entre los ejemplos de infraestructura de bambú en el país, "todavía en pañales", el funcionario mencionó el mariposario del Jardín Botánico Nacional, y el lobby principal del Aeropuerto de Punta Cana, aunque advirtió que "no siempre se puede plantar bambú".
La rápida expansión de sus raíces hace que se apropie del terreno e imposibilita el crecimiento de otras especies, por ello indicó que el bambú se debe plantar para producción o aprovechamiento, como salvaguardar cañadas o en suelos erosionados, mas no donde se encuentren especies endémicas, "jamás para reforestar grandes zonas, mucho menos en áreas protegidas", aclaró el ministro.