SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Un estudio revela que uno de los prejuicios sociales que afecta a las personas con alguna condición especial es que los dueños de empresas piensan que si las emplean perderían productividad.
En efecto, en República Dominicana no se cumple con la cuota de cinco por ciento de personas incluidas laboralmente en las instituciones públicas, y tampoco con el dos por ciento en el sector privado, tal y como establece la Ley 5-13, sobre discapacidad en el país.
De acuerdo con un estudio reciente realizado por el Consejo Nacional de Discapacidad (CONADIS), las empresas temen afectar su nivel de productividad con la contratación de personas con discapacidad.
El informe establece, además, que hay discriminación contra estos grupos por parte del entorno laboral, y que las personas con discapacidad acceden, a penas, a empleos de tercera y cuarta categoría por el precedente del nivel educativo que alcanzan.
“Te estoy hablando en términos generales, porque claro, hay personas con discapacidad que llegan a nivel profesional y técnico, y lo hacen muy bien. Ahora, hay una realidad, hay barreras en la educación para que las personas con discapacidad alcancen los niveles preuniversitarios y los niveles de educación universitarios”, afirma el presidente del organismo, Pedro Pablo Acevedo.
Al respecto, el funcionario menciona que de cada cien personas que acceden al nivel de educación superior, solo seis alcanzan terminar sus estudios.
En cuanto a la educación preuniversitaria, Acevedo resalta que los niveles de efectividad para las personas con discapacidad están muy por debajo de la población en general.
“Hay mayor deserción escolar, mayor repitencia, mayor analfabetismo, menos acceso a la educación… Todo eso es parte de lo que estructuralmente hay que resolver para mejorar la inclusión laboral de estas personas”, señala.
El presidente del CONADIS agrega que, al igual que cualquier persona, alguien con alguna discapacidad necesita un entorno laboral adecuado; que se sienta cómodo; que no se sienta discriminado; que no sienta que está por caridad o por lástima en ese puesto.
“Que sienta que puede brindar todo su potencial, que eso le va a aportar para su desarrollo personal, familiar, de hogar, de crecimiento…”, indica.
Acevedo asegura que están trabajando, conjuntamente con el Ministerio de la Administración Pública y el Ministerio de Trabajo, para que se regularice la inserción laboral de las personas con discapacidad.
“Es necesario una acción integrada para lograr la inclusión laboral. No basta solo con el hecho de reconocer que hay una cuota laboral qué cumplir. No basta con que las personas con discapacidad ingresen al empleo, sino que hay una serie de condiciones que también se deben cumplir internamente en la empresa o entidad para que haya una verdadera inclusión”, culminó diciendo.