Tokio.- El principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, subió un 2,32 % este viernes impulsado por la caza de gangas tras tres días de pérdidas por la inquietud sobre la subida de la inflación y su potencial impacto en los estímulos económicos.

El Nikkei, que agrupa a los 225 títulos más representativos del mercado, avanzó 636,46 puntos, hasta 28.084,47 enteros.

El Topix, que incluye a las firmas de la primera sección, las de mayor capitalización, sumó un 1,86 % ó 34,38 puntos, hasta situarse en 1.883,42 unidades.

El parqué tokiota abrió al alza siguiendo el repunte en Wall Street tras las pérdidas recientes por el temor a una tendencia al alza de la inflación en Estados Unidos que motive la reducción de los estímulos económicos adoptados por la pandemia de covid-19 y que han estado sustentando los mercados.

El Nikkei había acumulado una caída del 7 % en las tres últimas sesiones y los inversores optaron hoy por la caza de gangas.

La decisión del gobierno japonés de ampliar a más prefecturas el estado de emergencia sanitaria para intentar frenar el aumento de contagios de covid tuvo un impacto limitado en el mercado bursátil.

El sector de los instrumentos de precisión cosechó las mayores ganancias de la sesión, junto al de los créditos al consumo y al del transporte terrestre.

El fabricante de vehículos Isuzu Motors registró la mayor subida entre las empresas que cotizan en el Nikkei, del 21,68 %; seguido por el fabricante de herramientas, instrumentos de precisión y relojes Citizen, cuyas acciones se revalorizaron un 10,71 %.

El grupo Softbank aglutinó el mayor volumen de operaciones de la jornada y subió un 0,72 %.

Le siguieron por transacciones la empresa textil Fast Retailing, propietaria de la cadena de tiendas de ropa Uniqlo, que avanzó un 3,21 %; la multinacional tecnológica Sony (+2,36 %) y el fabricante de semiconductores Tokyo Electron (+4,76 %).

En la primera sección, 1.790 empresas avanzaron frente a 347 que retrocedieron, mientras que 55 cerraron sin cambios.

El volumen de negociación ascendió a 2,3 billones de yenes (17.380 millones de euros o 21.030 millones de dólares). EFE