La implicación de una empleada bancaria en la operación Coral 5G que lleva a cabo el Ministerio Público, puso en evidencia la necesidad de que las entidades bancarias deben implementar programas efectivos de Conozca a su Empleado, que permitan entender los antecedentes, conflictos de interés y la susceptibilidad que presenta un empleado para tomar parte en una operación de lavado de activos.

El programa "Conozca su Empleado", debe como mínimo, incluir lineamientos para su contratación, que considere el requerimiento de referencias sobre trabajos y actividades profesionales anteriores, la revisión de antecedentes judiciales, verificación de información personal, familiar y socioeconómica.

El programa deberá contener, como mínimo, políticas, procedimientos y controles que apunten a:

A. La ejecución de comprobación de antecedentes, especialmente antecedentes penales. Esto incluye, pero no se limita, a la presentación de una Certificación de "No Antecedentes Penales".

B. Una comprobación de antecedentes personales ampliada, para las posiciones de Alta Gerencia y del personal que ocupa posiciones influyentes y determinantes en la toma de decisiones y ejecución de las directrices establecidas por el Consejo. En estos casos se deberá confirmar las referencias personales y profesionales, experiencia, educación y demás cualificaciones profesionales del aspirante.

C. La identificación de posibles conflictos de interés.

D. La medición de la susceptibilidad que presenta el personal de dirección, gestión y operación para tomar parte en una operación de lavado de activos, financiamiento del terrorismo y de la proliferación de armas de destrucción masiva.

E. Las acciones a tomar por la entidad bancaria cuando, una vez contratado, se detecte información contraria a la previamente proporcionada por el empleado.

F. Monitoreo periódico del perfil de los empleados, que de manera no limitativa, incluirán: su estado civil, profesión y vigencia de ciertas certificaciones.

G. Mecanismos para identificar conductas, incluyendo visitas domiciliarias, cuando corresponda, con el objeto de detectar e informar situaciones que impliquen posibles comportamientos dudosos, como son:

-Variaciones abruptas en el nivel de vida.

-Estilos de vida o posibilidades financieras que no se correspondan con el nivel salarial, de ingresos, patrimonial o de endeudamiento.

-Renuencia injustificada a gozar vacaciones. Recibo de regalos o atenciones de clientes.

-Renuencia a aceptar cambios de su actividad o promociones que impliquen no continuar ejecutando las mismas actividades.

-Frecuente permanencia en la oficina más allá de la hora de cierre o concurren a ella fuera del horario habitual.

-Ausencias del lugar de trabajo, frecuentes e injustificadas.

-Frecuente descuadre en caja con explicaciones insuficientes o inadecuadas.

-Impedimento de que otros compañeros de trabajo atiendan a determinados clientes.

El fraude interno es una amenaza cada vez más grave para los bancos de todo el mundo, ya que erosiona la confianza del usuario financiero, la integridad y reputación de la entidad bancaria.

La mayoría de las pérdidas por fraudes internos y externos de las entidades bancarias son causadas por la colusión de dos o más empleados con terceros. De ahí reviste la importancia de que las entidades bancarias implementen programas efectivos y activos de seguimiento de conocer a sus empleados y que este conocimiento no se quede simplemente en requerimientos de informaciones para fines de archivo en la entidad o cumplimiento con el Órgano Supervisor.

La columna “La Banca Dominicana por Dentro”, es desarrollada por Jesús Geraldo Martínez, en el interés de aportar al fortalecimiento del Sistema Financiero Dominicano desde una perspectiva analítica y práctica orientada a la formación de conocimientos y divulgación de informaciones exclusivas de dicho sector. Para contactar con el autor puede escribir al correo jgmartinez20@icloud.com.