SANTO DOMINGO-. En condiciones normales, y legales, el metanol es un disolvente industrial, materia prima utilizada en procesos como la elaboración de pinturas y combustibles, cuyo ingreso al país es de hecho estimulado, porque no paga aranceles en Aduanas, gracias a su categoría de insumo en la industria nacional.

No se produce en territorio dominicano y para ser utilizado en la industria se necesitan permisos de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y del Ministerio de Medio Ambiente, dado el nivel de toxicidad del metanol. Sin embargo, los fabricantes ilegales de bebidas alcohólicas no reguladas encuentran la manera de burlar los controles y obtienen el metanol.

En la República Dominicana, la sustancia se ha vuelto un problema de salud nacional, porque aun cuando las vías formales dejan huellas sobre cuáles empresas importan el metanol y cuáles la utilizan, se han encontrado rastros de esta sustancia –ya mortal para el cuerpo en un 3%-, en niveles de concentración de hasta 50%, según Salud Pública, en “bebidas” que matan en menos de 24 horas: las cifras oficiales apuntan a unas 100 muertes, en casi dos meses.

El uso de este tipo de alcohol para fabricar bebidas es tan rentable al mercado ilícito, como peligroso para quien lo consume. "El costo de un fabricante, supongamos normal que pague sus impuestos y todo, versus una persona en un lugar escondido con botellas recicladas, oye, son diferencias abismales que tú sobrepasas al 100% seguro, seguro", explica el economista Antonio Ciriaco.

En efecto, el metanol es el alcohol más tóxico y más barato. Un galón de metanol tiene para la industria un valor de RD$260. Como comparativa, el galón de alcohol isopropílico procesado en industrias formales, que se usa comúnmente como desinfectante, vale RD$431.

Así, los tragos de venenos que se han tildado de bebidas a las que se les agrega metanol, no solo reducen a lo mínimo el costo, también aceleran su terminación, en lugar de permitir el natural proceso de envejecimiento que requieren las bebidas alcohólicas.

Los procesadores del metanol ejercen una ventajosa competencia irregular contra los fabricantes del alcohol etílico que se procesa y se deja envejecer para hacerlo apto para la ingesta, además de tener que ser sometido a las regulaciones industriales y sus fabricantes tener que aportar más al fisco, a través de las cargas impositivas a las bebidas alcohólicas.

En total, son tres tipos de impuestos que paga las bebidas alcohólicas, dos de Impuesto Selectivo al Consumo (ISC específico e ISC ad-valorem), y el ITBIS.  La Asociación Dominicana de Productores de Ron (Adopron) resume todos los cálculos que se puedan hacer en la siguiente afirmación: por cada 100 pesos que se paga por un producto que cumple sus obligaciones fiscales, casi 70 pesos son de impuestos. 

Por ejemplo, explica, por una botella de ron de 350 mililitros que se venda en el mercado a RD$175, unos RD$117 son por impuestos, equivalente al 67% del valor final de la botella.

Ese costo de RD$175, aunque parezca muy barato si de compara con precios en colmados de sectores de Santo Domingo, lo toma el gremio como referencia, sustentándose en levantamientos que hace a nivel nacional. 

Los impuestos se distribuyen así, indica Adopron:

  • ISC específico. Corresponde al impuesto específico por grado alcohólico que pagan los productos de alcohol, bebidas alcohólicas y cervezas. Basado en el último valor publicado por DGII, el impuesto específico es de RD$641,86 por litro de alcohol absoluto, que en una botella de ron de 350 mililitros, se pagan RD$84.24. 
  • ISC Ad-valorem. Corresponde a la tasa de un 10% aplicado por el Precio Sugerido de Venta al Público (PVP). En la misma botella de ron de 350 mililitros que cueste RD$175, se pagan RD$6.41. 
  • ITBIS. Corresponde a la tasa de un 18% aplicada al Precio Sugerido de Venta al Público (PVP). En una botella de ron de 350 mililitros que tenga un precio de RD$175, se pagan RD$26.69 por este concepto.

Para el economista Antonio Ciriaco, el alto valor de los impuestos a las bebidas alcohólicas, de alguna forma incentiva el contrabando y la alteración de estos productos. Pero precisamente, los impuestos selectivos en bebidas alcohólicas, también en los cigarrillos, están diseñados para reducir su consumo, por el daño a la salud que hacen. "Mientras más altos los impuestos, se parte de la lógica que el desincentivo es mucho mayor", dice el economista.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) parte también de esta lógica, y los califica como "impuestos saludables", que contribuyen a mejorar la salud, y a la vez genera ingresos para el presupuesto público. "Entonces sería muy contraproducente que un Estado esté disminuyendo los impuestos a bienes que en realidad hacen daño", agrega Ciriaco.

En el 2020 de pandemia, la Dirección de Impuestos Internos (DGII) ganó RD$29,336 millones, por impuestos selectivos a las bebidas alcohólicas. Solamente la industria del ron, de acuerdo a datos de Adopron también del año pasado, generó en impuestos selectivos al consumo (ISC) RD$7,595 millones, y en ITBIS aproximadamente unos RD$2,300 millones, es decir, unos RD$10,000 millones por la venta local de ron.

Entonces, como ni siquiera se plantea reducir los impuestos, lo único sobre la mesa para seguir evitando las muertes es fortalecer los controles para evitar la adulteración de bebidas y otros delitos relacionados. "Actualmente en República Dominicana los delitos más comunes son la falsificación, contrabando, fraude fiscal, fabricación ilegal, comercio ilícito y otros delitos conexos como lavado de activos, corrupción y crimen organizado", resume Vinicio Subero, director global de expansión comercial de Ron Barceló.

Además de las muertes, el comercio ilícito de bebidas alcohólicas adulteradas afecta el mercado formal de bebidas lícitas, "no solo en términos de volúmenes dejados de facturar lacerando por consiguiente la economía nacional, sino en términos de credibilidad en la industria de bebidas alcohólicas nacionales", se queja Subero.

Los productores de ron agrupados en Adopron han apostado por controlar el origen, que es la importación de metanol al país. Reclamaron que además de los decomisos, cierre de fábricas ilegales, lugares de expendio y el sometimiento a la justicia de los responsables de estas malas prácticas, las autoridades apliquen estrictos mecanismos de control en la importación y uso del metanol, alcohol etílico desnaturalizado con metanol y los demás alcoholes utilizados como materia prima.

Datos recientes otorgados por la Procuraduría Especializada de Crímenes y Delitos contra la Salud, contabilizan que este 2021, cuando ya rozan las 100 muertes, los apresados con medida de coerción no llegan a las 10 personas, y por la muerte de 247 durante el 2020, hay 2o procesos en los tribunales. Las dos sentencias por este tipo de crimen, por eventos que no corresponden ni al 2020 ni 2021, han sido cinco años de prisión.