El Gobierno mantendrá sin variación los precios de todos los combustibles para la semana del 25 al 31 de diciembre, al asumir la variación de los diversos productos.
De acuerdo a lo informado por el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM), las alzas asumidas para esta semana son de RD$5.24 por galón de gas licuado de petróleo (GLP); de RD$0.41, para el gasoil óptimo y para el gasoil regular, de RD$8.71, entre otros productos compensatorios, cuyas variaciones no se transferirán a los consumidores.
En efecto, la entidad dispuso que los combustibles se comercialicen a los siguientes precios: Gasolina Premium se venderá a RD$270.10 por galón, manteniendo su precio; la Gasolina Regular RD$255.50 a por galón, manteniendo su precio, el Gasoil Regular a RD$201.10 por galón, manteiendo su precio, Gasoil Óptimo RD$219.10 por galón, igual manteniendo su precio.
Mientras que el Avtur RD$180.68 por galón mantiene su precio; el Kerosene RD$209.80 por galón, manteniendo su precio; el Fuel Oíl #6 RD$153.64 por galón, manteniendo su precio; el Fuel Oíl 1%S RD$172.01 por galón, manteniendo su precio.
Y el Gas Licuado de Petróleo (GLP) a RD$141.10 por galón, manteniendo su precio, y el Gas Natural RD$28.97 por m3 mantiene su precio.
La institución informó que la tasa de cambio promedio semanal es de RD$57.14 de las publicaciones diarias del Banco Central.
El viceministro de Comercio Interno del MICM, Ramón Pérez Fermín, explicó que en el contexto del mercado internacional siguen latentes los mismos factores de inicio de mes que llevaron al crudo West Texas Intermediate (WTI) a cotizar alrededor de los US$73 por barril, aunque el promedio para esta semana fue de US$71.07 por barril, similar al de la semana anterior.
No obstante, expresó que las reservas de gasolinas subieron significativamente en 5.5 millones de barriles, lo cual presionó al alza de los precios del crudo desde este miércoles.
Por otro lado, la aparición de la variante Ómicron del COVID-19 ha presionado significativamente a la baja los precios del petróleo por la disminución de las expectativas de recuperación del consumo mundial de combustibles. A ello se suma la disposición de uso de las reservas de petróleo de varios países del mundo encabezados por Estados Unidos.