Gobernantes poco reflexivos, como Donald Trump, Jair Bolsonaro o Boris Johnson, han colocado al mundo en una situación precaria, en término de la seguridad y el medio ambiente, y en la búsqueda de acuerdos estables de cooperación. Y no olvidemos que en esta lista podrían incluirse gobernantes como Rodrigo Duterte, de Filipinas, Kim Jong-un, de Corea del Norte, o Nicolás Maduro, de Venezuela.
La guerra comercial desatada por el presidente Trump contra el gobierno de la República Popular China no deja de sorprender. Trump está airado por las medidas adoptadas por China en respuesta a la escalada de incrementos dispuestos por él contra las importaciones de China. China anunció que respondería, y ya lo hizo, y de inmediato el presidente de Estados Unidos solicitó este viernes a las empresas norteamericanas que producen en China buscar alternativas para dejar de producir en esa nación. También de inmediato todas las bolsas asumieron la inestabilidad y perdieron entre 2 y 3 por ciento.
Esa guerra comercial del señor Trump y de China, respondiendo, generará pérdidas importantes y podría afectar a China, pero Estados Unidos no quedará sin lesiones. Trump ahora reclama que China deje de robar tecnologías y propiedad intelectual norteamericanas. El señor Trump puede estar descubriendo que no es lo mismo una guerra comercial entre países poderosos, como China y Estados Unidos, que una negociación comercial entre dos empresas o dos personas.
Jair Bolsonaro ha creado una seria crisis planetaria con los incendios de la Amazonía. Al presidente de Brasil no le importa lo que digan los demás países, él postula por la explotación agrícola de la Amazonía, y por eso el incremento extraordinario de los incendios. Gente que incendia la Amazonía para producir en los lugares donde había bosques. Ya el presidente de Francia anunció que ese país objetará el acuerdo de Unión Europea con Mercosur, prácticamente listo para la firma, por las políticas destructivas de la Amazonía de Jair Bolsonaro. Le llamó mentiroso al presidente de Brasil. Varias manifestaciones en París, Madrid y otras ciudades europeas demandan la dimisión del presidente de Brasil.
Boris Johnson, recién designado primer ministro de Reino Unido, se ocupa en este momento de lograr una salida, en cualquier condición de su país de la Unión Europea, en un proceso que se conoce como el Brexit. Johnson fue de los partidarios duros del Brexit y ya ha sostenido reuniones con los líderes de Alemania y Francia, pero sin alcanzar ningún acuerdo. Los riesgos de su país son muy altos, y no hay forma de que la Unión Europea acepte las propuestas al margen del acuerdo firmado entre todos los países que constituyeron esa unión de países europeos. Es decir, el poder de los incendios y de los piromaníacos pone al planeta entre más riesgos.