La crisis de violencia, inestabilidad, desabastecimiento e inseguridad se agrava este lunes.

Cada día que pasa es peor la situación de los ciudadanos haitianos y de los extranjeros que se encuentran en funciones diplomáticas y consulares. 

La renuncia de Leon Charles, como jefe de la Policía Nacional de Haití, ha dejado vacíos en la seguridad de los ciudadanos. Mas del 60 por ciento del territorio de Puerto Príncipe se encuentra en manos de las diversas bandas criminales. En la práctica las bandas tienen el control del territorio y portan armas, de diversos calibres, y tienen objetivos políticos contra el gobierno del primer ministro Ariel Henry. Leon Charles ahora es embajador de Haití en los Estados Unidos, y su renuncia como jefe de la Policía se produjo luego del secuestro de 17 misioneros norteamericanos y canadienses, por los que la banda de los 400 Mawozo pide un rescate de 17 millones de dólares.

Este lunes se anuncian nuevas huelgas y protestas contra la escasez de carburante y la situación de inseguridad en Haití. El tiempo de estas huelgas se desconoce, pero generalmente los haitianos levantan barricadas y realizan actos de violencia, como quemas de negocios, automóviles y se producen disparos al aire.

El presidente Luis Abinader ha llamado a los dominicanos a no visitar Haití en estos momentos. Hay inseguridad para los transportistas y cualquier ciudadano que inadvertidamente trate de realizar negocios. Es una situación incontrolable. Y tiene razón el presidente: "Hemos advertido a los dominicanos que no vayan a Haití, que no hay seguridad, no vayan”.

Lo mismo están haciendo las embajadas de Estados Unidos, Francia y España, entre otras, al llamar a su personal a protegerse y evitar transitar por las calles a partir de este lunes, además de proveerse de alimentos y mantener sus servicios de comunicación en condiciones.

Uno de los mensajes de delegaciones diplomáticas, en este caso de España, recomienda las siguientes medidas:

1) Hacer acopio de víveres en casa cuando las circunstancias lo permitan con seguridad, por si se prolongara la situación.

2) Evitar los desplazamientos en la medida de lo posible. No salir de casa tras el atardecer.

3) Mantenerse informado de las áreas afectadas por los movimientos de protesta y evitarlas.

4) Mantener los equipos de comunicaciones en buen estado de funcionamiento. 

Otro de los mensajes, de la embajada de Francia en este caso, advierte la posibilidad de que haya barricadas, saqueos, quema de neumáticos, incendios y tiroteos en varios barrios de Puerto Príncipe.

Y recomienda a los ciudadanos franceses lo siguiente:

• Asegúrese de tener suficiente comida y agua en casa para unos días;

• Evite las áreas afectadas por las demostraciones mientras permanece alerta y limite sus movimientos tanto como sea posible.

• No intente abrirse paso a la fuerza en grandes concentraciones o bloqueos de carreteras;

• Asegúrese de que su equipo de comunicación sea siempre funcional y esté correctamente programado (teléfono móvil);

  • Estar constantemente atento a la información que pueda serle comunicada y reportar cualquier incidente / situación al puesto de seguridad de la Embajada.

La incertidumbre de la comunidad internacional es más grave porque 17 ciudadanos de Estados Unidos y Canadá están bajo secuestro de un grupo criminal, que ha amenazado con comenzar a eliminar a los secuestrados si no les aceptan sus pedidos. Ese mismo grupo -400 Mawozo- ya secuestró a cinco sacerdotes, algunos ciudadanos franceses, y dos monjas, y al parecer se pagó un rescate por su liberación. Nadie ha revelado el monto involucrado, pero el ministro de Justicia de Haití dijo que se pagó solo por dos de los sacerdotes.

Pocas veces en la historia -desgraciada historia- de Haití se había tenido un drama la desconcertante, en que grupos armados -no guerrilleros- delincuenciales secuestran el poder y colocan a los haitianos en ascuas y a la comunidad internacional también.

El reciente ascenso de los talibanes al poder podría ser el símil más cercano a la situación de Haití, en caso de que los delincuentes alcancen el poder en Haití.