Carmen Suárez es símbolo del periodismo gráfico dominicano. Su perfil era conocido por el ambiente político, en el sector privado, entre los congresistas, y en el ambiente gubernamental. Era fotógrafa osada que buscaba el ángulo más adecuado para que la imagen pudiera competir, en información, con el texto periodístico.
Y como ella misma era periodista no se resistía la tentación de ayudar a sus compañeros de labores en las preguntas. Sin formularla ella, les comentaba a los reporteros los temas candentes, que merecían respuestas de los funcionarios. Y a los jóvenes reporteros era ella que les identificaba quién era importante para las noticias en las actividades.
En su vocación de informar Carmen Suárez no tenía impedimentos que la limitaran. Conocía sus derechos, reclamaba cuando era necesario hacerlo, y ubicaba siempre la mejor perspectiva fotográfica, se tratara de un juicio penal o de un discurso político o una rueda de prensa.
Así fue y así vivió profesionalmente Carmen Suárez. En los medios en los que trabajó así la recuerdan, y de ese modo también la recuerdan sus compañeros y compañeras de otras empresas periodísticas, que con gran dolor lamentaron su deceso el pasado 1 de diciembre en la sala de redacción de Acento.
Hoy se cumple el primer año de la partida de Carmen Suárez, y queremos recordarla como profesional, como mujer, como madre y amiga, y como hermana entregada a brindar apoyo y ser fuente de unidad de su familia, además de recordarla como compañera de trabajo, solidaria, emprendedora, orientadora y exigente colaboradora.
Hoy la recordamos con admiración y respeto, porque desde el 1 de diciembre del 2016 ni diciembre ni las navidades serán iguales para ninguno de los que fuimos testigos de ese encuentro festivo en que Carmen se desmayó y requirió en la redacción de este diario los primeros auxilios para ser trasladada a un centro médico donde definitivamente la perdimos.
Con Carmen Suárez tuve la suerte de trabajar en varias empresas, y por un tiempo aproximado de 20 años. En El Siglo, El Caribe, Clave Digital que me tocó fundar y dirigir entre el 2004 y el 2010, y posteriormente en Acento. Puedo decir, con absoluta certeza, que en todos esos lugares fue una profesional ejemplar, una gran colaboradora y que en la calidad de su trabajo se superaba a sí misma.
Los últimos años ella fue la Editora de fotografía de Acento, y le tocó coordinar con otros experimentados fotógrafos en su condición de superior jerárquica, y se desempeñó siempre con los más altos estándares profesionales y como ser humano solidario que era no dejaba pasar los detalles, observando las condiciones para realizar el trabajo, la necesaria mejoría salarial y la pulcritud en el cumplimiento de sus obligaciones.
Son muchos los testimonios que se pueden ofrecer sobre Carmen Suárez. Este es apenas uno, por los muchos años de trabajo con ella. Nuestra gratitud a su familia, y en particular a su esposo Plinio y a sus hijos, así como a sus hermanas y hermanos, que se han mantenido unidos en la voluntad de recordar a Carmen y realizar todas aquellas actividades que eran parte de su cotidianidad. Nuestro recordatorio de una extraordinaria compañera, a la que no olvideremos.